el osasunismo lleva haciéndole demasiado caso al Betis durante mucho tiempo. El reclamo de la atención no ha sido otro sino la presencia del conjunto andaluz -algunos de sus jugadores, especialmente- en la presunta trama, denunciada por el exgerente Vizcay en su declaración grabada ante Tebas y que sustenta la querella criminal de la LFP contra cuatro personas -Miguel Archanco, Juan Pascual, Txuma Peralta y Tomás López- por al menos tres delitos de corrupción de particulares -manipulación deportiva- y un delito continuado de apropiación indebida. Los hechos corresponden a la temporada pasada, referentes a los últimos partidos de Liga, cuando Osasuna se jugaba la permanencia y no la logró.
Los supuestos pactos con varios jugadores del conjunto sevillano -citados en la querella Jordi Figueras y Antonio Amaya y, posteriormente también mencionado Jorge Molina-, la participación en las presuntas negociaciones de Ángel Vizcay y el directivo Txuma Peralta, el viaje hasta Sevilla con 400.000 euros por parte de Diego Maquírriain -director entonces de Fundación Osasuna-, o el reintegro de esa cantidad autorizado por Juan Pascual -vicepresidente del club- y el recibo de pago firmado por el anterior y Miguel Archanco -presidente entonces- han ido decorando la ambientación de este asunto complejo y con aristas, que va minando el buen nombre de la entidad -Vizcay dijo en su declaración con el Betis se llevó por ganar al Valladolid y perder con Osasuna 650.000 euros-.
Osasuna se enfrenta con uno de los equipos coprotagonistas de esta trama y viaja a uno de los centros de esta crisis espectacular, porque, aunque según la declaración de Vizcay, en un hotel de Valencia, se pactó junto a Peralta con Jordi Figueras y Antonio Amaya, que el Betis ganara al Valladolid y perder en la última jornada en El Sadar, el traslado del dinero por parte de Maquírriain se realizó de Zaragoza a Sevilla en el AVE, en la misma línea que jugadores y técnicos van a tomar para acudir al compromiso dominical -Maquírriain dijo en su declaración que declinó la sugerencia de Archanco de desplazarse en coche y que prefirió el tren-. El 16 de mayo de 2014, dos días del partido en Pamplona ante el Betis, Peralta y Vizcay se encontraban en Sevilla esperándole.
Si los protagonistas de Osasuna en esta aventura ya se han ido definiendo en la declaración y en la investigación -Vizcay y Peralta están en medio de todo, Maquírriain y Pascual como instrumentos colaterales, Archanco como conocedor también de lo que se cocía-, por parte del Betis los actores de la historia también han quedado señalados por el asunto.
Jordi Figueras y Jorge Molina -los dos en las filas del Betis- acudieron a Pamplona junto a Antonio Amaya -antes en el conjunto andaluz y ahora en el Rayo Vallecano- para declarar ante el juez Fermín Otamendi y, tras perderse todos un entrenamiento, salir de la audiencia provincial en calidad de imputados.
Figueras, el central del Betis, ha sido señalado fundamentalmente por Vizcay como un elemento muy activo en esto del reclamo de las percepciones. Según lo sostenido por el gerente de Osasuna en los últimos 24 años, “se pactó en total por ganar al Valladolid y dejarse perder con Osasuna 650.000 euros”, dice en la relación de hechos de la querella.
“Jordi Figueras le estuvo llamando muchos meses después hasta hace muy poco y que las llamadas eran por indicación de Jesús Peralta”, continúa relatando en la querella su peripecia personal Vizcay. “Estas llamadas eran para reclamar dinero que el citado Peralta se habría comprometido a darles. 250.000 euros ya se les habían dado, pero Figueras reclamaba hasta un millón de euros en diversas llamadas realizadas en los meses de junio, julio, agosto y la última en noviembre, aunque ya no trabajaba para Osasuna”.
Vizcay, haciendo gala de una facilidad inusitada para poner nombres de testigos y protagonistas a todo asunto al que a él le ha pillado en medio, citó también en sus declaraciones ante el juez a Damiá -la temporada pasada jugador de Osasuna- como uno de los que pudiera contactar con jugadores del Betis de cara a los presuntos pactos posteriores.
declararon en pamplona Los dos jugadores del Betis -Molina y Figueras- ya estuvieron declarando en Pamplona el pasado 13 de marzo. Ese mismo día también acudieron ante el juez Fermín Otamendi el futbolista del Rayo -antes del Betis- Antonio Amaya, el jugador del Espanyol Sergio García y el excapitán de Osasuna Patxi Puñal. Todos ellos señalados por Vizcay en sus declaraciones.
Tras su episodio en Pamplona -hace aproximadamente tres semanas-, el entrenador del Betis, Pepe Mel, dijo que los dos futbolistas regresaron tranquilos al trabajo del equipo y, de hecho, entrenaron con normalidad en los planes del técnico -Molina marcó en el encuentro en Las Palmas-. “El club busca la limpieza, el que haga algo mal lo tiene que pagar. La imagen del Betis tiene que estar inmaculada”, zanjó entonces Mel.
Ahora, los dos equipos, algunos de los protagonistas que han estado en los juzgados -los del Betis únicamente-, estarán en el terreno de juego del Villamarín.