pamplona - Nino compareció con gesto serio ante los medios de comunicación y no le quitó ni un ápice de gravedad a un encuentro en el que hay tanto en juego que habrá que medir las palpitaciones, la ansiedad y, sobre todo, centrarse en ganar. “Por encima de futbolistas somos personas y tenemos nuestras sensaciones. Será un partido de nervios en el que habrá momentos complicados. Debemos de aparcar las sensaciones negativas, así como ir más acelerados de lo normal”, explicó el delantero almeriense. “Quedan dos partidos y las urgencias y las necesidades son mayores. Tenemos que ganar, esperar y pensar en la próxima semana. No hay tiempo para más, quedan diez días y se decide todo. Esperemos que se decida para bien y que la suerte nos acompañe un poquito”.
Nino dijo que, pese a esta tensión indudable, el equipo está haciendo las cosas bien. “El ambiente en el vestuario es de trabajar bien el partido. De sacarlo adelante sí o sí y de esperar”. Pero junto a las exigencias propias, están las dificultades que desde fuera van a plantear los rivales directos en este cruce de historias. “El Racing tiene un partido complicado ante la Ponferradina. Ganar tres partidos seguidos en esta categoría es complicado. Y el Racing tendría que ganar los tres, el anterior y los dos que quedan por delante. Vamos a ver si es capaz. Pero debemos pensar en nosotros aunque dependemos de ellos”.
El delantero reconoce que está viviendo en Osasuna lo que nunca. “La verdad que nunca me ha pasado todo esto. Los goles anulados, los penaltis, lo extradeportivo. Lo que he vivido este año nunca me ha tocado. A ver si en estos diez días todo se arregla y termina bien”.