pamplona - Nada tiene que ver el Osasuna amenazante que ha iniciado el campeonato lanzado y seguro con el sobreexcitado y nervioso -muy falto de confianza- que terminó la pasada Liga languideciendo, pidiendo la hora tras salvarse en el descuento, tirándose de los pelos.
Capturando alguna de las frases favoritas de Martín en este comienzo de temporada, “la realidad de Osasuna” señala a un equipo que ha ganado cuatro de cinco partidos y esto no es fruto de la fortuna o de la casualidad. Este Osasuna rocoso y competitivo ha traducido su fútbol en doce puntos que, colocados en forma de clasificación con los del resto de rivales del campeonato sitúan al equipo rojillo en lo más alto, con guarismos sorprendentes. Cerca de unos cuantos, porque no ha habido terreno para meter distancia, pero por el momento solo. Rentabilidad de los goles marcados y un estilo definido, con ambición, carácter e intensidad a cada jugada, hacen de este Osasuna un grupo muy ilusionante. Valiente y luchador, que es lo que se canta y quiere el hincha.
El líder de la Segunda División ha marcado en todos los partidos del campeonato -también en la Copa en Miranda (1-2)- y siempre se ha puesto por delante en el marcador, cosa que sabido rentabilizar en casi todos los encuentros menos en uno. El único envite que se perdió, ante el Almería, los rojillos sufrieron una remontada extraña en el marcador, que se plasmó en un gol a tan solo dos minutos del final, en una de las pocas acciones en las que la labor defensiva fue blanda y poco expeditiva.
Osasuna sabe rentabilizar sus goles porque, a pesar de que sus siete dianas a favor no le destacan como el mejor en esta faceta -tres equipos han visto puerta en más oportunidades, Numancia (11), Alavés (9) y Oviedo (8) y está empatado a siete con otros tres, Tenerife, Leganés y Almería-. La producción ofensiva del equipo de Martín, sin embargo, es muy interesante porque habla de un equipo en el que, sin excesos, hay réditos. Los rojillos han disparado entre los tres palos en 24 ocasiones en estos cinco partidos -sale una media algo menor a cinco remates dirigidos a puerta- y en el total de disparos por encuentro, las estadísticas de la LFP hablan de una media de once -Osasuna es el sexto del ranking, mientras que el Numancia es el más rematador del torneo, a doce por partido-.
Lo mejor en el apartado realizador de Osasuna está, sin embargo, en la autoría de los goles. Si la campaña pasada había una dependencia exagerada de Nino -fue el argumento ofensivo más importante y ahí quedan sus 11 goles- y su acierto -el delantero ha sido el último en apuntarse a la lista, pero ya ha llegado-, Osasuna ha repartido en este inicio de torneo la responsabilidad de esta faceta entre varios y variados perfiles. Cinco jugadores han marcado -Pucko (2), Roberto Torres (2), Nino, Berenguer y Kodro- y en esta diversificación de la tarea va a salir mejorado el grupo -Maikel Mesa y Olavide también han marcado esta temporada, en el partido de Copa de final de chiste-.
A la actividad ofensiva de Osasuna le da su auténtico valor el trabajo defensivo que señala al equipo de Martín como uno de los menos dañados por los rivales. Con tan solo tres tantos encajados, los rojillos son los menos goleados del torneo junto al Lugo y a la Ponferradina, donde el exosasunista Roberto Santamaría está completando un inicio de campeonato excelente. Osasuna ha mantenido tres encuentros la portería a cero -en 15 oportunidades han acertado los rivales a rematar entre los tres palos, lo que habla también de un acertado trabajo defensivo del conjunto- y solo en una ocasión ha tenido que sobreponerse a una igualada en el marcador, frente al Leganés (2-1).
los jugadores
Diecinueve utilizados
Muchos canteranos, todos enchufados
La misma LFP que tiene castigado a Osasuna en el número de fichas profesionales -18 en total, siete siempre jugando- es la que hace unos días se felicitaba en la recuento satisfactorio de chavales en el plantel navarro. Canteranos hasta una barrera, sin embargo, porque más de cuatro no se pueden utilizar al mismo tiempo en un partido de la competición.
Al entrenador rojillo, condicionado por este hecho, no le ha temblado el pulso para incluir a los futbolistas más jóvenes en las alineaciones y, en algunas ocasiones, parece que incluso se ha quedado obligatoriamente corto en sus apuestas. Osasuna juega habitualmente con hombres como Unai García (23 años), David García (21), Mikel Merino (19), Álex Berenguer (20) y tienen su presencia en los planes del entrenador tanto Miguel Olavide (19 años) como Jose García (18).
Si a ello se une que Matej Pucko tiene 21 años -en octubre cumplirá 22- y que hombres como Maikel Mesa o Kenan Kodro están en los 24, la media de edad habla de un Osasuna de lo más juvenil. Solo los 35 años de Nino diluyen algo tanta juventud cuando se hace la media.
En estos cinco partidos, Martín ha echado mano de 19 jugadores. De los nuevos de esta Liga, Tano y Pucko son algunos de los que más se han mostrado en estos cinco encuentros, porque Nauzet y Unai García son casos especiales porque han jugado todos los minutos del campeonato. En la misma tesitura está Javi Flaño, también sumando los 450 minutos que se han disputado. Estos tres, junto a Nino, Roberto Torres y Oier siempre han salido en el equipo titular. Los problemas físicos apartaron de tal estatus a Merino y David García, que se perdieron un partido desde el pitido inicial en La Romareda.
Entre una cosa y otra, caras nuevas y fichajes, Osasuna se ha permitido el lujo de jugar esta temporada con entre nueve -ante el Leganés- y siete navarros en cada encuentro, fluctuando esa cifra por los cambios en las alineaciones. Como para pensar.
Da igual la denominación de origen de los futbolistas de esta temporada porque el estilo Martín va resultando y todo el mundo anda muy enchufado, aunque a veces duela.
el estilo
Consistencia en la variedad
De cinco a cuatro defensas y más
Esta temorada el osasunismo viene desempolvando términos no usados habitualmente en los últimos tiempos y no hay que ponerse muy exigente para certificar que en cada encuentro hay compromiso, carácter, ímpetu, tenacidad, lucha. Osasuna juega con la intensidad que reclama el entrenador y este fútbol trepidante, sin trámites cuando es necesario, no choca con la intencionalidad y lo que tiene de meditado.
Enrique Martín no ha ocultado sus planes y ha demostrado que formar con una defensa de cinco hombres no se contradice con el afán por lograr los tres puntos en disputa. Con cinco zagueros, Osasuna ha pisado como nunca el área rival y también ha sabido sacar partido a esa apuesta a partir de un marcador favorable. El técnico, sin embargo, ha surtido de variantes su esquema táctico y el equipo ha saltado de cinco a cuatro atrás y al revés, pero también ha sabido reordenarse tanto con un solo hombre en el ataque, como con tres delanteros en toda regla. Con actitud, los planteamientos tácticos aguantan siempre. En el papel, y en el campo. Osasuna se siente cómodo y lo expresa.