Madrid - Unai García Lugea (Esquíroz, 3/2/1992) disputó ayer su partido 100 con el primer equipo de Osasuna, pero no pudo celebrar tan redonda cifra con una victoria, aunque estuvo a punto de darle el triunfo a su equipo en el último minuto de la contienda con un remate de cabeza que impactó en el larguero de la portería del Rayo Majadahonda. “Hubiera sido la leche ganar en mi partido 100 con Osasuna”, confesó al término del duelo, añadiendo, no obstante, que en esa acción con la que concluyó el choque tuvo claro que el remate no iba a acabar en gol: “No he visto el balón dentro en ningún momento; es más, pensaba que el cabezazo iba peor de lo que ha ido”.

Sobre el encuentro, el central navarro coincidió con su entrenador y con el resto de compañeros de vestuario que atendieron a los periodistas a la finalización del encuentro: “Nos vamos con la sensación de haber perdido dos puntos. Hemos planteado un buen partido, les hemos apretado bien, nos hemos puesto 0-1 y hemos tenido ocasiones para hacer el 0-2, pero, en una jugaba en la que el equipo se ha roto un poco y en su única oportunidad para marcar, nos han hecho el gol del empate. Nos vamos jodidos, pero en frío tendremos que ver qué hemos hecho bien para coger sensaciones de cara al próximo partido”.

Unai García se convirtió ayer en centenario rojillo, pero estuvo a punto de no jugar por culpa de una torcedura de tobillo. El futbolista navarro se lastimó durante el entrenamiento del miércoles, pero finalmente pudo actuar. Lo hizo bien en el Wanda Metropolitano, estadio en el que la afición de Osasuna se dejó notar. “Parecía que jugábamos en casa y se merecían la victoria”, dijo Unai, que ayer entró en el club de los 100 del conjunto navarro que ya integran, junto a él, un total de 102 jugadores.