pamplona - El titular del juzgado de instrucción número 2 de Pamplona, en un auto de procedimiento abreviado, considera que existen “indicios racionales” para juzgar al expresidente de Osasuna Patxi Izco (2003-2012) por disponer de manera indebida supuestamente de más de 900.000 euros del club.

Para el juez, hay indicios racionales de que Izco, de 2003 a 2012, dispuso o autorizó que se dispusiera de aproximadamente 500.000 euros extraídos en metálico de las cuentas del club, sin que conste del destino de ese dinero.

En el auto se apunta que hay indicios de que parte de dicho dinero fue recibido por Izco, para gastos en hoteles, tiendas de ropa de hombre, mujer y niño, tiendas de lencería, vinotecas y otros establecimientos de alimentación, perfumerías, restaurantes, un crucero por el Caribe e, incluso, en una ITV. Además, parte del dinero habría sido cobrado por Izco como sueldo mensual, cuando ningún precepto estatutario le autorizaba a percibir ese salario ni había ningún acuerdo social que lo permitiera.

Existen, igualmente, indicios de que, en el verano de 2011, Izco cogió de la caja del club 76.611 euros que fueron contabilizados, en diciembre de ese año, bajo el concepto “pago a agente” conforme a las indicaciones que el presidente dio al contable, sin que exista ninguna justificación documental del destino dado a esa cantidad.

Además de las cantidades anteriores, el juez también señala que Izco sacó de las arcas del club 350.000 euros para premiar la labor desarrollada en el club por el auditor, Adolfo Suárez. En este sentido, Otamendi indica en su auto que para evitar que aflorara la auténtica situación económica de Osasuna, con un patrimonio neto negativo desde hacía años, aceptó -Suárez- encubrir dichas irregularidades en las sucesivas auditorías que realizó a la entidad, percibiendo como gratificación por ello el año en Izco cesó como presidente del Club Atlético Osasuna, y por decisión de éste, la cantidad de 325.500 euros de las arcas del club, cantidad recibida por el mencionado auditor a través de una entidad mercantil de nacionalidad holandesa, Castelino BV, con la que Adolfo Suárez tenía fuertes vinculaciones.

El auto abunda en que de la cantidad transferida a esa sociedad (350.000 euros) detrajo la comisión del 7% correspondiente al servicio de intermediación prestado por la mencionada mercantil para el cobro de dicha cantidad sin levantar sospechas sobre su ilicitud, a cuyo efecto la mercantil holandesa Castelino BV emitió un contrato falso que recogía unos supuestos servicios, no realmente prestados, para la contratación del jugador Jukka Raitala, cedido gratuitamente a Osasuna.

La actividad del auditor pretendía enmascarar la situación económica del club frente a la Liga de Fútbol Profesional.

El juez indica que hay contundentes indicios de que durante el mandato de Izco al frente de Osasuna se apropió de dinero del club e hizo un uso personal del patrimonio de la entidad y habría ordenado manipular la contabilidad de la entidad para ocultar o dificultar el descubrimiento de dichas acciones así como la lamentable situación económica a la que había llevado al club su política expansiva en lo deportivo y despilfarradora en lo económico, ordenando pagar igualmente una elevada cantidad de dinero por unos inexistentes servicios supuestamente prestados por una empresa que no constaba en la contabilidad de Osasuna (Castelino). - J.S.

500.000 euros. Esta cantidad fue extraída en metálico por Izco de las cuentas del club de 2003 a 2012. Los indicios señalan que fue destinada a compras, viajes e incluso un viaje por el Caribe.

76.611 euros. El expresidente los cogió de la caja del club en verano de 2011. Fueron contabilizados en diciembre de ese año bajo el concepto “pago a agente”. No existe justificación de ello.

350.00 euros. Fueron destinados por Izco al auditor del club en 2012 para el entonces auditor de Osasuna, Adolfo Suárez. La cantidad fue recibida por una sociedad holandesa, Castelino BV. El juez señala que fue una gratificación.