PAMPLONA. El entrenador de Osasuna, Jagoba Arrasate (Berriatua, Bizkaia, 22/4/1978), está ilusionado y se le nota. También responsable ante el reto que se le presenta, pero con unas ganas tremendas de volver a hacer felices a los rojillos, esta vez, con una permanencia en Primera.

¿Cómo se encuentra?

Con ganas, con incertidumbre de ver al equipo en la máxima categoría. Por mucho que conozca a los jugadores, haya estado encima y conozca la categoría, nunca sabes cómo estás hasta que echas a rodar.

El año pasado hablábamos de la presión. Esta temporada, con la salvación como objetivo, ¿hay más? Lo que hemos hecho está muy bien, pero en Primera hay que demostrar cada día, ya que sino queda retratado todo el mundo, los jugadores, el entrenador y todos. Más que presión, tenemos ilusión por echar a andar.

¿Presión o ilusión?

Entendemos que es un año importante, pero la presión la tenemos que convertir en reto, ilusión. Si es reto, todo lo que rodea es positivo. La presión no es positiva, crea angustia, estrés.

No le gustan los halagos, pero el año pasado se llevó unos cuantos.

No sé de quién es la frase, pero la uso mucho: "Primero vienen las flores y después las macetas". Estoy seguro de que van a llegar, pero ojalá lleguen lo más tarde posible, pero lo normal es que en algún momento lleguen. Estoy contento porque el año pasado fue fantástico, pero ya estamos en otra película.

¿Había vivido los Sanfermines como este año?

Ya había estado con los amigos, más de noche. Este año con los críos me ha tocado más de día. Sí que me ha sorprendido el tema de los cánticos, pero como tengo tres críos es complicado desconectar ya que ellos son los primeros que me cantan (sonríe).

¿Sabe lo que es el jagobismo?

Me han contado algo (se ríe). Uf, no sé si es una corriente que va al alza o algo que va a desaparecer este año, no lo sé (se vuelve a reír).

¿Pensaba que caería tan de pie en Osasuna?

No me fijo en cómo caigo yo, sino al revés, en cómo me encuentro yo con la gente. Y he estado fantástico.

Braulio recurrió a un símil baloncestístico para decir que, con el ascenso, Osasuna pasaba de "la LEB a la NBA".

Braulio es un poco tremendista (se ríe), pero no le falta razón. Si echas la vista atrás, te darás cuenta lo complicado que es mantenerse para un recién ascendido. Y para nosotros también va a ser un reto.

¿Está contento con la plantilla que se ha confeccionado?

Sí. No hemos fichado por fichar. Creemos que nos van a ayudar todos, pero tenemos que acelerar el proceso de los nuevos. Como el año pasado, si la plantilla está bien, ahora tenemos que hacer un buen equipo.

¿Cómo se iguala con equipos hechos con un enormemente mayor potencial económico?

Tenemos que ser competitivos. Si lo somos, perderemos partidos porque el rival nos supere, pero, si compites, otros te caerán a ti. Para eso necesitamos que los que están del año pasado den un paso adelante, que yo sea mejor entrenador, que los nuevos nos den un plus que entendemos que nos lo van a dar y, aún y todo, habrá días que no lleguemos a la altura del rival, ya que los números son desorbitados.

¿Le parece que la plantilla está compensada?

Entiendo que a la gente le pueda parecer que tenemos muchos atacantes, pero tenemos ocho para cuatro puestos. Yo soy de la teoría de que los de arriba juegan según su estado de forma. Son como un lápiz a los que se les acaba la punta y, cuando eso pasa, tiene que entrar otro mientras le volvemos a sacar punta a ése que la ha perdido. Es verdad que el año pasado había tres más o menos fijos y por eso entiende la gente que hay muchos, pero este año no me atrevería a decir quiénes son los fijos, ya que hay mucha competencia en esos puestos y entiendo que es algo positivo.

Han conseguido mantener el bloque de la campaña pasada.

Hemos mantenido la segunda línea que tanto nos dio la temporada pasada. Parece que se está gastando mucho, pero comparado con quién o con cuándo... Te pongo un ejemplo. Ahora se está hablando mucho del central (cuando se hizo esta entrevista aún no se había concretado el fichaje de Raúl Navas). Ahora jugamos contra el Leganés, que acaba de fichar a Omeruo por cinco millones. Y al Leganés lo ponen en nuestras quinielas en la salvación, como rival directo. El precio no lo ponemos nosotros, es que el mercado está así. Yo entiendo que, si comparas con otros años, parece un gasto importante, pero es que está así el mercado.

¿Le gusta cómo está Roncaglia?

Sí, mucho. Es verdad que no ha competido en los amistosos con el Celta y eso hace que ahora esté un poco fatigado, pero que es una incorporación más que interesante para nosotros.

Esto de que se cierre el mercado después de las tres primeras jornadas...

No me gusta. Prefiero como en Inglaterra, que se acaba y comienza la Liga. Es que aquí después de tres jornadas hay equipos que te pueden quitar a un jugador. Normalmente los más poderosos. Por eso tenemos incertidumbre hasta el último día, tanto para salidas como para entradas.

¿Qué va a pasar con Otegui?

Yo he hablado con el chaval y le he comentado que cuento con él. La cuestión es que él tiene que valorar si aquí va a tener continuidad o si puede tener otro destino donde vaya a tener más continuidad. Si Antonio Otegui tuviera 30 años, yo le digo: "Te quedas sí o sí". Pero con su edad (21 años) y la progresión tan importante que tiene va a ser un jugador capital para Osasuna en el corto-medio plazo, tenemos que valorar su opinión también.

O sea, ¿va a decidir él?

Conjuntamente, pero vamos a escuchar al chaval. Creo que es lo que tenemos que hacer, no puede ser de otra manera.

El debate de la portería...

Para mí no hay debate. Yo entiendo que el que no juegue puede pensar que empieza de suplente, con todo lo que eso puede suponer a nivel emocional. La decisión en ese aspecto no es fácil, pero tengo porteros de garantías, que lo están haciendo bien y yo simplemente tengo que poner a uno. La decisión tiene un calado emocional, pero a nivel deportivo estoy muy tranquilo con todos ellos.

¿Se queda con los tres?

Sí, con los tres, porque Juan (Pérez) está bien y queremos tenerle cerca.

¿Cómo ha visto a los canteranos?

Bien. Son el mayor activo que tenemos, junto con la afición. Lo han hecho bien y algunos seguirán trabajando con nosotros durante el año. Siempre vamos a tener presente al Promesas, eso que nadie lo dude.

Mejor que estén en Segunda B que en Tercera, ¿no?

Si tenemos que echar mano de alguno, pues da lo mismo que estén en una u otra categoría, pero sí que es cierto que acortan un poco el proceso. El año pasado tenían partidos donde, no nos vamos a engañar, tenían menos exigencia. En cambio, esta temporada van a tener semana sí y semana también encuentros de mucha exigencia, y eso es lo que acorta la diferencia con el primer equipo.

Hablemos de El Sadar.

Tiene una importancia máxima para nosotros. Ahí es donde se tiene que cimentar nuestra salvación, donde nos sentimos arropados con nuestro público y donde esa diferencia de presupuestos que podamos tener con otros equipos se puede acortar. Fuera iremos cada partido como si fuera una oportunidad de sumar, pero en casa es donde tenemos que asegurar nuestra permanencia.

Lo de la temporada pasada...

Olvídate. Fueron dos empates y todo lo demás victorias, además consecutivas. Lo bueno es que es algo que va a quedar para la historia como un recuerdo bonito. Más allá de que vayamos a perder partidos en casa, tenemos que dar ese plus en El Sadar para lograr unos triunfos que vamos a necesitar para la salvación.

¿Cómo va a lograr hacer un equipo reconocible en Primera?

Esa es la clave. El año pasado fuimos un equipo reconocible, incluso atractivo. Pero igual este año no es de la misma manera. Te pongo un ejemplo: a nosotros nos gusta apretar alto, pero igual este año tenemos un rival que nos supera fácil la presión y nos tenemos que replegar rápido; o al revés. El estilo trataremos de mantenerlo, pero obviamente habrá matices nuevos que dependerán de la calidad del rival.

Línea por línea, el equipo parece que tiene muchas variantes.

Es verdad que hemos perdido a Carlos Clerc como único jugador que el año pasado tuvo más continuidad. Luego está la pena de las lesiones graves de Unai y de Kike Barja, que al final son dos jugadores importantes para nosotros y además de la casa. Pero es cierto que tenemos muchas alternativas y va a ser muy típico este año que haya muchas variantes de un día para otro según el guión del partido.

¿No falta un nueve de referencia?

Puede ser. No tenemos un nueve de referencia, aunque está entrenando Barbero, que es el más referencia de todos, pero, por nuestra forma de jugar, a nosotros nos gusta gente dinámica. Además, tenemos gente como Rubén o Chimy que, pese a ser pequeños, pueden proteger el balón.

¿Qué espera de esos jugadores que llamaron tanto la atención la temporada pasada?

Los jugadores determinantes en Segunda valen para Primera, lo difícil es que sigan marcando las diferencias. Estamos hablando de una de las mejores ligas del mundo. Pero está claro que el que viene de hacer una buena temporada vale para Primera. Estoy ilusionado con ellos.

¿Falta un lateral izquierdo?

Está entrenando con nosotros desde hace tiempo Endika y siempre está preparado. Además, Roncaglia también puede jugar en esa posición.

Un deseo.

Que nos salvemos y que seamos capaces de disfrutar dentro del sufrimiento que vamos a tener.