Pamplona - El mercado veraniego de fichajes echó ayer el cierre de forma oficial y Osasuna vivió un plácido final, ya que no apareció ese “mirlo blanco” que, según Braulio Vázquez, director deportivo del club navarro, era la única posibilidad de que la entidad rojilla realizara una última incorporación para una plantilla que quedó cerrada antes del inicio de la Liga, a excepción de la salida de Antonio Otegui al Numancia en calidad de cedido cuando ya se habían consumido las dos primeras jornadas del campeonato.

En su retorno a la máxima categoría después de una fulgurante temporada en Segunda División, culminada con el ascenso directo a tres jornadas del final del curso y con el título de campeón de la categoría, Osasuna ha dispuesto de más tiempo para armar una plantilla competitiva que hace tres años en su anterior experiencia en Primera. La prueba es que la última incorporación del club navarro, la de Raúl Navas, se produjo la noche del 14 de agosto, tres días antes del estreno liguero en Leganés, donde los rojillos ganaron por la mínima (0-1) con un gol de Chimy Ávila.

Tiempo récord Con la incorporación de Raúl Navas, Osasuna dio por cerrada su plantilla casi tres semanas antes de que concluyera el mercado de fichajes, dejando únicamente abierta la posibilidad de que Antonio Otegui saliera a préstamo al Numancia -operación que se concretó la pasada semana- y la opción de una incorporación de última hora que económicamente no fuera muy gravosa para el club, algo que finalmente no se ha producido.

En definitiva, el plantel del conjunto rojillo para la presente temporada quedó definitivamente confeccionado con una premura impropia de estos lares, ya que, sin remontarse demasiado en el tiempo, Osasuna hizo incorporaciones con el curso ya iniciado en los tres anteriores ejercicios ligueros: Rubén García llegó hace un año al club con la competición ya en marcha, al igual que ocurrió con Lillo dos años atrás y con Javi Álamo hace tres, en la anterior aventura rojilla en la máxima categoría.

Sin ventas Para reforzarse, Osasuna ha tenido que tirar de chequera y ha hecho el mayor desembolso de su historia en una temporada. El club navarro ha gastado 13,7 millones de euros, superando los 12,8 de la campaña 2007/2008, el techo de la entidad hasta este curso. Los rojillos han hecho esfuerzos importantes por retener a jugadores fundamentales para Jagoba Arrasate en su exitosa primera temporada como entrenador de Osasuna (han pagado 3 millones de euros por Rubén García, 2 por Rober Ibáñez y otros 2 por Brandon Thomas) y también han tenido que rascarse el bolsillo para fichar a Chimy Ávila (2,7), Marc Cardona (2,5) y Darko Brasanac (1), siendo menor la inversión por Roncaglia y Raúl Navas (250.000 euros por cada uno de ellos) y logrando a coste cero las incorporaciones de Pervis Estupiñán (cedido), Adrián López (libre) y Jaume Grau, cedido en el Lugo. En cambio, no ha ingresado nada en ventas. Todas las salidas han sido gratis y pactadas.