Pamplona - En su segunda temporada como jugador de Osasuna, ahora ya en propiedad del club navarro, Brandon Thomas (24 años) aspira a contribuir a la permanencia en Primera con ambición, trabajo y goles.

Vaya regreso de Osasuna a la máxima categoría: consumidas las tres primeras jornadas de Liga, todavía no conoce la derrota. ¿Mejor imposible?

-La verdad es que sí. Es importante empezar con buen pie, sin perder, y estamos contentos por cómo se han dado estos tres primeros partidos. Uno siempre quiere ganar, pero ya sabemos de la dificultad de la Primera División.

¿Valoran más la buena imagen ofrecida que los resultados?

-Pues sí. Estamos compitiendo bien contra rivales de Primera y lo importante es eso, saber mantener nuestro estilo de juego, que es el que nos llevó el año pasado a conseguir grandes cosas.

¿Están aprovechando el subidón de la temporada pasada?

-Parece que seguimos con esa inercia, sobre todo en nuestro campo. El otro día ya se vio contra el Barcelona que plantamos cara a uno de los mejores equipos del mundo, y ese debe ser el camino a seguir, mantener lo del año pasado. Tenemos casi el mismo bloque y las mismas ideas y hemos sumado fichajes buenos. Esa mezcla le va a venir bien a Osasuna.

En la calle se respira euforia. ¿En el vestuario?

-Estamos con los pies en el suelo. Evidentemente la gente se tiene que ilusionar, porque nosotros jugamos e intentamos hacerlo lo mejor posible para eso, pero sabemos de la dificultad que conlleva estar en Primera, ganar partidos y conseguir los puntos que certifiquen la salvación, que es el primer objetivo. Sabemos que queda un camino largo y duro, pero que, si seguimos así, lo vamos a conseguir.

De su discurso se desprende que intuye que va a haber momentos duros.

-Por supuesto. Al final, en Segunda cogimos una buena dinámica y parecía que no nos ganaba nadie. En casa éramos invencibles, pero en Primera cualquier equipo te puede complicar la vida y todo el mundo tiene buenos jugadores, así que va a ser difícil, pero nadie dice que no se pueda hacer y sacar los puntos necesarios para la permanencia. Viendo la calidad humana de la plantilla, las nuevas incorporaciones más el bloque del año pasado y manteniendo la misma idea, ¿por qué no?

En lo personal, no jugó en Leganés, dispuso de unos minutos contra el Eibar y actuó de inicio ante el Barcelona. ¿Va de menos a más?

-Ya sabemos como es el míster, que le gusta rotar mucho, que estemos todos metidos y que participe todo el mundo. Siempre he dicho que me encantaría jugar todos los partidos y todos los minutos posibles. Los primeros días acabé un poco mosqueado por no haber participado, pero sé que el entrenador tiene sus ideas y le gusta planificar los partidos a la perfección, por lo que sabía que iba a llegar mi momento. Que fuera el otro día contra un gran rival me puso contento y lo intenté hacer lo mejor posible para ayudar al equipo. Al final sacamos un punto y nos fuimos muy felices.

Parece que tiene buena opinión de su entrenador, Jagoba Arrasate.

-Ya se vio el año pasado. El míster pone a quien le interesa por el planteamiento del partido o por el rendimiento de la semana. No se casa con nadie. Y eso beneficia al grupo porque al final todos estamos metidos, todo el mundo está con la idea de que puede jugar.

Su inclusión en el once inicial ante el Barcelona fue una sorpresa para la afición. ¿Para usted?

-Durante la semana me vi con el Chimy arriba y me decía a mí mismo: “Quizás el míster me meta por el tema de la presión arriba”. No sabíamos quién iba a jugar, ni mucho menos, pero confiaba en mis posibilidades. Cuando dijo mi nombre en el once, me alegré. Fue sorpresa porque llevaba dos partidos sin jugar, pero tampoco una locura.

Aportó mucho trabajo en la presión y una asistencia para que Roberto Torres marcara el 1-0.

-Lo importante es hacerlo bien para el equipo y, si puede ser con asistencias y con goles, mucho mejor. Me tocó una labor sacrificada a la hora de defender porque tenía que estar con Busquets o el mediocentro que fuera a recibir, pero a mí me gusta apretar y dejarme todo en el campo.

No ha sido su estreno en Primera, ya que con 17 años jugó un partido con el Mallorca. ¿Cuál es la diferencia entre ambas experiencias?

-Que esto ya va más en serio. Debuté muy joven y recuerdo que fue en un partido contra el Athletic, aunque fueron pocos minutos. Luego jugué en Copa y también en la Ligue 1 francesa -con el Stade Rennes, equipo del que llegó a Osasuna-, pero es cierto que esto es diferente. La Primera División de España es la mejor del mundo y es más complicada, pero a la vez más bonita.

¿Qué tal se entendió con Chimy Ávila?

-Bien. Ya habíamos participado juntos en los entrenamientos y en algún amistoso y sé que el Chimy también va a full. Nos entendemos bien, pero también lo hacemos con cualquier otro delantero del equipo. Al que le toque jugar, que lo haga lo mejor posible y lo dé todo; y al que le toque esperar, que aproveche su oportunidad cuando le llegue.

Da la impresión de que va a ser difícil entrar en el once.

-Al final es Primera División y la competencia es buena para que todo el mundo esté enchufado, para apretar y saber que hay gente detrás que te puede quitar el sitio.

Volvamos al partido contra el Barcelona. En el programa El día después

-Siempre notamos el ambiente, es increíble. He visto el vídeo porque me lo han pasado por WhatsApp y es brutal. ¿Qué vamos a decir a estas alturas de El Sadar que no sepamos? Al final es una de las mejores aficiones de España. Se puede ver que en otras ciudades hay gente que apoya a sus equipos, pero también hay mucha gente forofa de Real Madrid y Barcelona, pero aquí es diferente y especial porque todos van con Osasuna. Contra el Barça nos animaron sin parar. Incluso con el 1-2 seguían y seguían creyendo, y eso es lo que hace que El Sadar sea un estadio mágico y que saquemos muchos puntos en Pamplona.

¿Qué porcentaje de mérito otorga a la afición en el empate contra el Barcelona (2-2) después de ir por debajo en el marcador (2-21-2

-Un 70%. Evidentemente los compañeros también tuvieron mucho que ver, porque los jugadores somos los que creíamos que podíamos hacerle daño al Barça e ir a por el gol. Incluso tuvimos ocasiones para haber marcado algún otro, pero sentimos el empuje de la afición.

Ahora llega el parón por la disputa de partidos internacionales de selecciones. ¿Cómo le puede influir a Osasuna?

-Va a venir bien para la gente que está tocada y para la gente que en pretemporada ha tenido problemas, pero ahora estamos bien y no sé si nos vendrá bien eso de parar, aunque el objetivo es despejar la mente para volver con fuerza y afrontar el próximo partido, en Valladolid, con la máxima humildad y motivación.

Aridane ya aclaró recientemente el enfrentamiento que tuvo con usted durante un entrenamiento. Asumió su responsabilidad y pidió disculpas en público. ¿Cuál es su versión?

-En los entrenamientos y en los partidos ocurren lances de este tipo, en los que a veces uno puede malinterpretar alguna acción del juego. Él pensó que yo iba a apretar con mala intención, pero son calentones del momento. Aridane es una de las personas a las que más quiero del vestuario, me llevo genial con él, es de las mejores personas que me he encontrado en el mundo del fútbol y por eso me dan rabia esos momentos de calentón. Enseguida vino a pedirme perdón, pero yo tampoco tenía que haber reaccionado como lo hice, rebotándome. No estuvimos bien, pero somos adultos y lo arreglamos enseguida.

Para acabar con buen sabor de boca, ¿tiene preparada alguna celebración para cuando marque su primer gol de la temporada?

-Alguna tengo, pero ya veré qué hago cuando llegue el momento. Evidentemente los delanteros vivimos del gol y espero hacer más que el año pasado -anotó 5 en 36 partidos-. Ojalá sea así, pero no por mí, sino porque será beneficioso para el equipo.