pamplona - El 13 de enero de 2019 Maider Irisarri jugó embarazada su último partido con Osasuna. Ayer, en el mismo escenario y ante el mismo rival, se convirtió en la primera futbolista en jugar en Reto Iberdrola siendo madre. Un desafío que no habría podido conseguir sin la ayuda de su pareja, Diego Prendes, y su familia y la disciplina en la puesta a punto con una persona externa al club.

¿Cómo ha sentido al volver a jugar?

-He vuelto a sentir algo que hacía un año que no se daba. Cuando entré en la convocatoria me llevé un poco de sorpresa, una sorpresa positiva, de pensar que ya estaba lista, que había llegado el momento. El sábado estuve haciéndome a la idea de lo que era estar convocada, de lo que ello supone y una vez que llegó el partido y salí a calentar me sentí muy cómoda, como si no hubiera pasado el tiempo, como si hubiera jugado la semana pasada.

Jugó su último partido con el Athletic y es el mismo rival y el mismo escenario en el que ha vuelto.

-Así es, se ha cerrado un círculo. Persistencia, esfuerzo, continuidad... Tanto durante el embarazo como después de tener al peque, no me he saltado ni un día de entrenar. A los 15 días de dar a luz ya empecé mi recuperación. Me levantaba a las 6 ó 7 de la mañana, no he fallado ni un día... Ha sido un proceso largo, bonito, con mucho trabajo diario y siendo muy persistente.

Ya estando embarazada se ejercitaba para no perder la forma.

-Sí. Cuando estás embarazada no quiere decir que estés enferma, como así lo demuestran los estudios. Hasta el último día antes de dar a luz estuve activa. Y eso me ha ayudado a todo lo que ha venido después.

A los 15 días de dar a luz empezó con la recuperación.

-Eso es. Justo a los 15 días empecé con mi recuperación con una persona externa que me ha ido ayudando, hasta llegar a hacer yo una minipretemporada por mi cuenta. Ya para cuando he llegado a juntarme con el grupo ya estaba en buenas condiciones. Me incorporé por completo en la primera sesión de enero, aunque ya en diciembre ya había estado yendo con el preparador físico algunas tareas.

¿Cómo fue ese momento de volver con el grupo de nuevo?

-Fue volver a sentir la pertenencia a un grupo, que en realidad siempre la he tenido. Siempre he estado dedicada al deporte y echas de menos ese momento de vestuario, de compañerismo, de trabajar todas para un bien común... y las recuperas cuando vuelves.

En el entrenamiento, ¿se centra en el entrenamiento o inevitablemente se piensa en el pequeño?

-Si te soy sincera, salir por la puerta de casa me cuesta, supongo que como a todas las madres cuando vuelven a trabajar. Una vez que estoy en el entrenamiento me concentro y ya no me acuerdo y disfruto lo que estoy haciendo. Gracias a mi pareja y a los abuelos es posible que yo vuelva a entrenar, porque si no, no hubiera sido posible. Para irme yo a entrenar, hace falta que vengan los abuelos y se queden con él hasta que llega su padre. Conciliación. Por ejemplo, ayer mis padres se quedaron con el peque desde que me fui de casa para ir al partido hasta que salí de la ducha. Su padre también tenía partido, así que no podía quedarse con él. Diego ha sido un apoyo fundamental. Me ha acompañado día a día y ayer estaba más emocionado que yo. Sin él, hubiera sido imposible. Se siente muy orgulloso.

Los dos coinciden en su dedicación al deporte. Diego Prendes es entrenador del equipo de Liga Nacional Juvenil de Osasuna. ¿Coinciden a las horas de los entrenamientos?

-Tenemos la suerte de que Diego entrena en el primer turno y yo en el último. Lo que ocurre es que el termina a las 19.30 horas y yo empiezo justo a esa hora, por lo que hay un rato en el que bien nos cambiamos al pequeño en Tajonar o vienen los abuelos y se quedan ese rato.

En este proceso, ¿qué ha sido lo más duro?

-No sabría decir, porque lo he disfrutado mucho. Desde el momento en el que estuve embarazada hasta el día de ayer, que volví a jugar, lo he disfrutado a tope. Tengo la suerte de que todo me ha ido muy bien y el pequeño ha ayudado mucho. No sé si he tenido un momento duro. Tal vez en la primera sesión de entrenamiento después del parto a la que fui con la persona externa que me está ayudando y me hizo ver que mi cuerpo había sufrido un cambio tremendo. Volver a recuperar mi cuerpo, ese primer momento de choque, ese momento de decir cómo lo hago yo ahora, podría ser el más difícil. Salvo eso, lo demás ha sido todo muy positivo y lo he disfrutado mucho. Además, al empezar tan prontito con la recuperación, he vivido todo el proceso y al ir consiguiendo los resultados que me iba proponiendo, más contenta. Duro, nada. Al contrario, disfrute. He tenido suerte que todo fue bien en el parte, que el peque responde bien... Todo aspectos positivos.

¿Llega descansada a entrenar con lo que supone tener un niño pequeño en casa?

-Puedo dormir y me siento bien. Sí, estoy descansada.

Hace un año, cuando dejó de entrenar, no tenía la certeza de que volvería a jugar. ¿En qué momento disipó esas dudas?

-El año pasado, cuando el equipo terminó campeón de Liga y se abrió la opción de jugar en una nueva Liga, fue todo tan emocionante que me hizo decir: yo también quiero vivir estar ahí.

Las jugadoras de Primera División han estado negociando un convenio que no terminan de verlo firmado. Supongo que ha seguido de cerca el tema.

-Efectivamente. Estamos en un mundo en el que el fútbol ha estado muy manejado por hombres. En el aspecto del embarazo, por ejemplo, hay un gran desconocimiento en el tema de embarazo, post-parto... Parece que la carrera de la mujer deportista tiene que acabarse en el momento en el que sea madre, y eso no es así. En mi caso está claro que puedo demostrar que puedes ser madre y a la vez seguir siendo deportista. Y el convenio es uno de los puntos que trata y hace falta plasmarlo en un papel para que sea real.

Osasuna le apoyó una vez que supieron que estaba embarazada.

-Apoyo total, he tenido mi lugar... Con el club estoy muy agradecida porque me ha apoyado, me ha guardado la ficha, en ningún momento me ha dicho que no, pero en el mundo del fútbol, ni Osasuna ni ningún equipo está preparado para temas como este. Yo he hecho mi recuperación aparte. He vuelto cuando estaba ya bien. Desde el embarazo y hasta el día 2 de enero en que entré en la dinámica de grupo, he realizado todo el trabajo por mi cuenta, lo que me hace estar muy contenta. El partido de ayer era importante porque he conseguido volver a jugar gracias al trabajo personal y el apoyo de los míos.

Eso necesita ser regulado en un convenio.

-Sí, que todo ese proceso esté incluido, que haya un protocolo a seguir, que la jugadora esté tranquila, que sepa que está en buenas manos y que le van a reconducir para estar de nuevo a las órdenes del entrenador.

Le toca abanderar la figura de madre futbolista.

-Sí, y estoy muy orgullosa. Pero sin la ayuda de mis familiares más cercanos y mi entorno no hubiera sido posible. Significa mucho esfuerzo, porque los resultados los ves tú sola. Es un proceso largo, pero lo he disfrutado mucho, porque siempre he tenido la ilusión y me hacía estar siempre motivada. Ha sido una superación personal diaria para llegar a incorporarme al grupo y volver a jugar.

Para ser el día perfecto sólo faltó la victoria del equipo.

-A nivel grupal la pena es la dinámica en la que estamos, pero sé que se sale. Se trata de conseguir tres puntos y volver a la senda de la victoria. Y a nivel personal, siento que todo el esfuerzo ha tenido su recompensa. Soy una más.