equipo - Los tres últimos partidos (dos de Liga y uno de Copa) invitan a una revisión profunda del sistema defensivo. Son diez goles recibidos y no solo hay que señalar a los defensas, también al portero (ayer Casemiro prolonga de cabeza en territorio de Sergio Herrera) y a la presión que debe realizar el medio campo. En los dos primeros goles, el balón circula derecha-izquierda-derecha sin que ningún rojillo lo corte u obstaculice: solo miran.