Pamplona - El abogado de Osasuna, Miguel Ezcurdia, insistió en que el club ocupa en este juicio la figura de acusación particular por la distracción de 2,5 millones de euros de las arcas de la entidad por parte de, principalmente, cuatro exdirectivos y del exgerente Ángel Vizcay entre 2012 y 2014. El letrado afirmó que la función de control sobre las cuentas de Osasuna “correspondía a todos los miembros de la junta directiva” y todos ellos “tenían la obligación legal y estatutaria” de ejercer esa función. “Si no son responsables los directivos, ¿quién es responsable de las salidas de dinero del club?”, cuestionó.

En su escrito definitivo de acusación, además de pedir penas de cárcel de entre 12 y 14 años para Vizcay, Archanco, Peralta, Pascual y Bandrés, Osasuna también solicita que devuelvan el dinero distraído. El abogado se refirió a la campaña 2012-13, afirmando que se registró un descuadre de 900.000 euros que se justificó con un recibí firmado por dos agentes inmobiliarios (para los que también pide dos años de cárcel), un documento que aseguró que es “falso” y que hasta los propios firmantes “reconocen su falsedad”. En este sentido, Ezcurdia precisó que en aquel entonces el proceder en el club era que primero se producía “el descuadre de caja y luego se creaban los documentos ad hoc para justificar las salidas”. En este sentido, el abogado del club navarro puntualizó que “toda esa actuación era colegiada, ya que viene realizada por todos los miembros de la junta y todos ellos tienen la obligación de evitar el resultado que se produjo, que fue la distracción de dinero”.

Sobre la desaparición de 1,5 millones de euros en la temporada 2013-14 soportados con el contrato y las facturas a nombre de la empresa Flefield por supuestas labores de scouting, Ezcurdia señaló que “no hay ningún tipo de documento que acredite ningún trabajo”. “La cantidad no fue destinada a esos conceptos”, aseguró. En este sentido incidió en que en la elaboración de estos documentos “la figura de Vizcay se torna fundamental, porque ya no están los anteriores directivos y ya no puede decir que actúa porque otros le mandan”, argumento que aprovechó para, junto a la aparición de la firma del exgerente en varios reintegros, destacar que tenía más poder en el club del que el propio Vizcay ha reconocido durante el procedimiento.