- Se queda para el terreno del fútbol ficción el cálculo de goles a los que habría llegado Chimy Ávila de haber jugado todo el curso si todavía con media Liga por delante -antes de su lesión en el mes de enero- llevaba en su haber nueve dianas. Con el delantero argentino encaramado en el primer lugar de la lista de goleadores de Osasuna del presente curso, y aún en un lugar importante en el ránking de realizadores del torneo, Osasuna ha sabido paliar las carencias que ha supuesto su ausencia y, sobre todo, ha ido sumando jugadores a la causa del gol.

Jose Arnaiz fue el último en alistarse en el batallón de goleadores rojillos con su diana decisiva en el partido ante el Celta (2-1). El futbolista cedido por el Leganés, que además anotó su primer gol en Primera División, se convirtió con semejante efeméride en el 17º futbolista que ha visto puerta con Osasuna en la competición liguera. El reparto de goles en un equipo es síntoma de salud en la faceta ofensiva y en el conjunto navarro así se debe considerar la distribución de las dianas entre un buen número de futbolistas.

Caso aparte el Chimy y su atracón de goles en la primera vuelta del curso, en Osasuna los futbolistas se han ido agregando al listado de realizadores con la naturalidad que les ha ido dado el discurrir de la competición y el aumento de sus posibilidades con el paso de los minutos y de los encuentros. Después del delantero argentino, han destacado en esta faceta dos hombres de la segunda línea que también se han mostrado como decisivos en bastantes encuentros. Los ocho goles de Rubén García y los seis de Roberto Torres, ambos mortíferos a la hora de ejecutar los lanzamientos de falta, señalan a Osasuna como un equipo con recursos en el ataque, alternativas y perfil peligroso en cuanto entra en acción.

Arnaiz ha sido el último en poner su nombre en la lista de realizadores de Osasuna y completa el apartado del gol de los tres futbolistas que llegaron al conjunto navarro en el mercado de invierno. Lato, en el encuentro con el Alavés en Vitoria (0-1), también notó por primera vez el sabor del gol en Primera División con un gol que resultó definitivo.

El caso de Enric Gallego es distinto. Goleador reputado en sus anteriores equipos, al gigantón de Osasuna le ha costado mostrar su mejor cara. El ariete ha marcado tres goles en dos partidos en El Sadar -los dos ante el Leganés y el primero frente al Celta-, se ha quedado sin notar la explosión de los hinchas rojillos en el estadio por la rareza del fútbol sin público, pero ha subido muchos sitios en el escalafón de realizadores de esta temporada, igualando los goles de Aridane. Enric Gallego va a terminar este campeonato extraño en un buen momento de forma y demostrando que con su perfil va a ser un futbolista interesante para el equipo. Trabajando como 9 puro es donde se siente mejor.