Joaquín Sánchez (21-07-1981, Puerto de Santa María), que ya estuvo en la final de Copa que perdió Osasuna contra el Betis (2-1) -el 11 de junio de 2005 en el desaparecido Vicente Calderón-, es uno de esos jugadores que está dispuesto a echarle un pulso al paso del tiempo porque a cada temporada que suma demuestra que sigue siendo un futbolista con rendimiento, además de su indudable carisma. Con 39 años, el extremo gaditano es uno de los más veteranos de la Liga -con permiso del cuarentón Nino entre otros- y de un tiempo a esta parte, futbolista mediático por sus apariciones en televisión y protagonismo en las redes, todo siempre impregnado de su gracejo gaditano que gusta o aburre a partes iguales.

Lo cierto es que Joaquín, aunque tenga menos motor, es un jugador peligroso y con chispa porque sabe manejar sus virtudes -la calidad técnica en el uno contra uno, la visión del juego, un aceptable golpeo de balón- y convertirse casi siempre en un rival peligroso.

Según los datos oficiales que maneja el Betis, Joaquín lleva 586 partidos en Primera División, a los que hay que sumar 38 más en Segunda y 69 de la Serie A italiana, en las filas de la Fiorentina. Es decir, 693 encuentros como profesional en los torneos regulares. Sumando los de Liga de Campeones (33), Liga Europa (47), Copa del Rey (59), Supercopa de España (3), Copa de Italia (9), previa de la Champions (6) y previa de la Liga Europa (4) resulta una trayectoria en clubes de 854 encuentros de profesional. Toda una cifra que impone respeto.

Joaquín sigue teniendo su participación en el Betis de Pellegrini como demuestra que ha jugado en diez encuentros, con 652 minutos como participación efectiva en el terreno de juego.

Con el Valencia le marcó un gol a Osasuna en la temporada 2007-08 (3-0), otro en la 2009-10 (3-0), con el Betis en la 2016-17 en El Sadar (1-2). Chistoso, habilidoso y peligroso. Un estandarte del Betis estará hoy en El Sadar.