Fue un partido siempre a contrapie, con los futbolistas de Osasuna incomodados y con la desesperante sensación de ir siempre a remolque. Un partido de los que no se sentían desde hace mucho tiempo por aquí, pero de los que duele como siempre. Y en medio de esta tormenta de situaciones y problemas, Osasuna se queda en un apuro. La derrota ante el Villarreal no es ni el detonante ni la culminación de los problemas. El revolcón previsible frente a uno de los buenos equipos de la Liga es la confirmación de que Arrasate y su equipo se han montado en el tren de los problemas y que si no se rompe esta tendencia negativa, el futuro pinta de negro.

El partido frente al Villarreal llevó hasta El Sadar al Osasuna de las peores tardes. Es decir, al equipo superado muy pronto y muy fácil por el rival, ninguneado por el árbitro y entonces limitado en sus posibilidades por la inferioridad numérica. Quizás por todo esto, se vio un Osasuna crispado y ansioso, previsible y sin mordiente, el equipo que siente que hay que salir de la zona de los apuros, pero que se queda por ahora en el deseo.

Con Rubén García como carrilero izquierdo circustancial por las necesidades del equipo, con un hombre menos por la expulsión de Aridane -una tarjeta roja para la revisión-, con un cambio muy pronto para intentar solventar el desaguisado del árbitro, con el plan del partido del entrenador roto en mil pedazos, la realidad de Osasuna es que comienza a instalarse peligrosamente en la parte baja de la clasificación. La igualdad de esta Liga, sin embargo, está dispuesta a echarle un salvavidas a los peor situados y los rojillos, pese a estar en el furgón de cola, siguen haciendo cuentas para salir de un salto, con solo una victoria.

El derrumbe de Osasuna empezó nada más comenzar el partido. La primera parte fue el principio del fin. La primera aparición del Villarreal por el área de los rojillos derrumbó cualquier discurso acerca de la mejora en la contención como piedra angular para la reacción. Un pase entre los centrales de Trigueros y un toque de terciopelo de Gerard Moreno frente al portero desmontó a los rojillos a los siete minutos. Arrasate optó ayer por relevo en la portería, Rubén por Sergio Herrero, pero no hubo diferencia por las facilidades que disfrutaron los de Emery.

ASÍ LE HEMOS CONTADO EL PARTIDO OSASUNA - VILLARREAL

Antes de que a Aridane le empaquetaran para el vestuario por una tarjeta roja discutible, Yeremy estuvo a punto de marcar, pero el susto se ventiló con un fuera de juego. El canterano cambió de papel poco después para filtrar otro pase también entre los nuevos centrales -Unai había entrado en lugar del desafortunadi Juan Cruz- que resolvió Fernando Niño.

En media hora, Osasuna se había quedado con un jugador menos, perdía por dos goles de diferencia, había realizado un cambio para apuntalar la zaga y estaba jugando con uno de sus mejores hombres para el ataque alejadísimo de cualquier susto, como lateral izquierdo. No podía haber un escenario más terrorífico.

Abrumados sin el balón, persiguiendo sombras ante un equipo que sabe mover la pelota y ponerla a buen recaudo, Osasuna rescató actitud en el segundo tiempo y con eso, y con un penalti absurdo cometido por Yeremy, se agarró con uñas y dientes y orgullo de nuevo al partido y se sintió de nuevo armado con fuerza e ideas. Fueron minutos por fin de presencia en el campo del rival, recuperaciones en la zona caliente y mirada al frente.

Pero incluso en esos momentos del Osasuna recuperado, el Villarreal estuvo en su sitio y con temple y calidad, también cada vez más favorecido por la presencia de uno más sobre el terreno de juego, insistió en su juego de desborde y centros y Gerard Moreno firmó el gol de la tranquilidad.

El final se veía venir. Pero esto no es el final.

-Ficha técnica

1 Osasuna: Rubén; Nacho Vidal (Roncaglia, m. 90), Aridane, David García, Juan Cruz (Unai García, m. 24); Roberto Torres, Oier (Javi Martínez, m.89), Moncayola (Kike Barja, m. 72), Rubén García; Calleri (Darko, m. 46) y Budimir.

3 Villarreal: Asenjo; Mario, Albiol, Pau, Estupiñán (Costa, m. 46); Trigueros, Foyth (Moi, m. 46), Parejo; Gerard (Álex Millán, m.88), Fer Niño (Rubén Peña, m.84), Yeremy (Chukwueze, m.72).

Goles: Gerard 0-1, m. 7, Niño. 0-2, m.29: Torres 1-2, m. 70: Gerard, m. 86.

Árbitro: Figueroa Vázquez (Comité andaluz), asistido por Martínez Moreno y Villate Martínez. Mostró amarilla Oier y Unai García por parte de Osasuna y a Yeremy por parte del Villarreal. En el minuto 19 expulsó con roja directa a Aridane al impedir que Fer Niño se quedara solo ante el portero.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimocuarta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio El Sadar a puerta cerrada.