e pueden considerar como jugadores de la penúltima hornada, porque ninguno de ellos lleva en Osasuna ni un lustro por aquí, pero sí son futbolistas que deben aceptarse ya como habituales en las alineaciones, cosa que ha servido para consolidarlos y elevar su presencia hasta el centenar de encuentros como rojillos.

Si hace un par de semanas llegaba a esta cifra redonda Nacho Vidal -el lateral se mostró satisfecho por esta efeméride y así lo expresó en las redes sociales-, en el último encuentro contra el Getafe Aridane y Rubén García alcanzaban este número que da galones.

Desde que llegó a Osasuna, Rubén García -14/07/1993- se ha convertido en un futbolista determinante en el plano ofensivo del equipo. Jugador que mezcla bien con cualquier atacante, esa facilidad para convertirse en un excelente reactivo en el ataque le ha valido una presencia continuada en los planes del entrenador y, también, una cotización evidente en el mercado. Rubén García ha llegado a los cien encuentros con Osasuna y lo ha hecho casi siempre desde el once titular. Esta temporada ha participado en los 29 encuentros del campeonato y en 27 oportunidades ha estado desde el primer minuto en el campo. Llegado a Osasuna en agosto de 2018 procedente del Levante tras un año de cesión en el Sporting, precisamente su coyuntura de hombre imprescindible para Arrasate ha hecho que en tres campañas como rojillo acceda a los cien encuentros. 38 partidos en su primer curso como rojillo, 31 en cada una de las campañas siguientes, 2019-20 y 2020-21, en las alineaciones de Osasuna de los últimos tiempos siempre ha habido un Rubén García, porque se lo ha ganado y porque ha sabido brillar con juego y trabajo en un equipo de currelas.

El caso de Aridane -23/03/1989- es el de otro futbolista consolidado, pero con un proceso más costoso hacia el asentamiento porque su rendimiento cambiante así lo ha determinado. Con dudas en Segunda División, en su primera temporada como rojillo (2017-18), su paso a la Primera División supuso una sorprendente transformación que quizás haya tenido que ver también con su madurez. Aridane acaba de cumplir 32 años y en este cuarto curso se debe entender como un futbolista curtido. Además, con una trayectoria por muchos equipos -Valladolid, Ceuta, Eldense, Alavés y Cádiz-, no cabe duda de que el club de Aridane es Osasuna, donde lleva cuatro temporadas y debutó en la máxima categoría. Llegar a los cien partidos con una zamarra, siempre es mucho