Osasuna se ha ejercitado esta misma mañana en Tajonar menos de 24 horas después de derrotar al Elche en El Sadar y a dos días de recibir al Valencia. Las sonrisas han presidido una sesión en la que la gran novedad ha sido la reincorporación al grupo de Íñigo Pérez, por lo que Juan Cruz y el portero Rubén Martínez se quedan como los únicos inquilinos de la enfermería rojilla.

Se han escuchado cohetes en Tajonar por segundo lunes consecutivo, como manda la tradición después de cada triunfo de Osasuna. Los once titulares en el encuentro contra el cuadro ilicitano han completado un entrenamiento más liviano que el resto de integrantes de la plantilla, que se han ejercitado a mayor ritmo.

La de hoy ha sido una de las dos sesiones de las que dispone Osasuna para preparar su próximo compromiso liguero, el que le va enfrentar al Valencia en El Sadar este miércoles a partir de las 19.00 horas. Con tan escaso tiempo para la recuperación y con la permanencia casi en el bolsillo, se prevé que Arrasate apueste por las rotaciones para un choque en el que los rojillos están en disposición de alcanzar los 40 puntos y sellar de manera virtual una permanencia que quiere asegurar matemáticamente cuanto antes.

El club informó ayer de que el entrenamiento de mañana martes, víspera del encuentro contra el Valencia, se desarrollará a puerta cerrada en Tajonar a partir de las 18.00 horas y al término del mismo Jagoba Arrasate comparecerá ante los medios de comunicación de forma telemática.