El partido de ayer fue el último de la temporada para Osasuna y dos de sus futbolistas que acaban contrato el próximo 30 de junio y que el club ya ha confirmado que no van a seguir, Rubén Martínez y Adrián López, se despidieron desde la grada. El portero no juega desde que el 31 de diciembre fuera expulsado en el partido contra el Alavés en El Sadar y en el que se fracturó un dedo, lesión que le ha impedido volver a jugar con Osasuna. El delantero, por su parte, tampoco entró en la última convocatoria del curso por problemas físicos. En la imagen, ambos aparecen acompañados por Chimy Ávila, Aridane, pretendido por el Benfica, y Calleri, cuya cesión también finaliza ahora y se desconoce su futuro.