Osasuna no pudo conquistar botín alguno el pasado sábado en el Ramón Sánchez Pizjuán, escenario en el que encajó ante el Sevilla su tercera derrota liguera del curso y la primera a domicilio en el presente ejercicio (2-0), pero no todo fueron malas noticias para los rojillos. Y es que Ante Budimir, su pichichi la temporada pasada (11 goles en Liga y otro en Copa) y al alimón el fichaje más caro de la historia del club (fue contratado en propiedad por la entidad navarra este verano a cambio de 8 millones de euros tras alcanzar un acuerdo con el Mallorca), volvió a jugar tras dos meses sin hacerlo por culpa de unos problemas de pubis.

El delantero croata disputó algo más de 20 minutos saliendo desde el banquillo, después de que la pasada semana se ejercitara ya al mismo ritmo que sus compañeros después de mucho tiempo de trabajo al margen del grupo. Su problema parece controlado, pero no olvidado. Y la mejor prueba es que ayer volvió a entrenarse con aparente normalidad a las órdenes de Jagoba Arrasate en la primera sesión de la semana para preparar la visita de la Real Sociedad del próximo domingo, aunque antes y después realizó ejercicios extra para fortalecer la zona pélvica, un trabajo que tendrá que seguir realizando para mantener el dolor a raya.

Cuentan desde el club que las molestias en el pubis son casi crónicas y dolorosas, y que hay un momento en el que “o paras o no mejoras”. Fue ese el motivo por el que Ante Budimir, un estajanovista del fútbol (al margen de un reconocido goleador), optó por aparcar la competición y los entrenamientos con el grupo para centrarse en recuperarse de sus problemas de pubis. ¿Y cómo se consigue eso? “Buscando un equilibrio entre todos los músculos de la zona pélvica, algunos de los cuales no se ejercitan habitualmente en un deporte como el fútbol, con el fin de que el dolor moleste menos”, explican desde Osasuna.

Para encontrar la última vez que Budimir participó en un partido oficial de Osasuna antes de reaparecer el pasado sábado en Sevilla, hay que remontarse hasta el 23 de agosto de este mismo año. Ocurrió en el choque correspondiente a la segunda jornada liguera en el que Osasuna empató sin goles contra el Celta en El Sadar, un encuentro en el que el croata disputó los últimos 16 minutos después de que una semana antes, en la inauguración del campeonato, fuera titular y aguantara 72 minutos sobre el terreno de juego ante el Espanyol, encuentro que también se disputó en El Sadar y que también terminó 0-0. Después, tras entrar en un par de convocatorias más (contra el Valencia en Pamplona en la cuarta jornada y en Vitoria contra el Alavés en la quinta), ya no volvió a jugar y decidió parar. Y ahí comenzó el trabajo para solucionar sus problemas de pubis, un esfuerzo al que ahora está encontrando recompensa.

Budimir ya está disponible para su entrenador, un Jagoba Arrasate al que le va a tocar decidir si juega de inicio, saliendo desde el banquillo o si no lo hace, porque ya es uno más, pero el croata continúa fortaleciendo la zona pélvica con trabajo en el gimnasio antes de los entrenamientos y con una especie de estiramientos con balón al final para que, según recitan en el club, “no cese la actividad de golpe”, algo que se pudo comprobar ayer en Tajonar cuando el resto de sus compañeros enfilaron el camino hacia los vestuarios. El croata, en cambio, siguió con un leve trabajo sobre el césped para evitar parar en seco.

Aunque desde el club explican que cada cuerpo es diferente, lo cierto es que revelan que a Budimir le va tocar seguir exprimiéndose antes y después de los entrenamientos para evitar que se reproduzcan sus molestias en el pubis o para, al menos, controlar el dolor. Y eso no va a ser un problema, porque el croata es un futbolista comprometido con su profesión y extremadamente disciplinado.

Budimir volverá a estar disponible para el partido del domingo contra la Real Sociedad por segunda jornada consecutiva. Después vendrá el parón liguero por la disputa de partidos internacionales de selecciones, en el que el delantero croata no podrá descuidar el fortalecimiento de su zona pélvica, incluso cuando sus compañeros guarden reposo. Otra cosa diferente será si Budimir, nacido hace 30 años en Ozimica (Bosnia y Herzegovina) aunque internacional con Croacia, es reclamado por su selección, a la que tuvo que renunciar en las dos últimas ventanas por lesión.