Abde está dispuesto a dejar recuerdos estelares y páginas inolvidables en su paso por Osasuna. El extremo marroquí lleva camino de convertirse en uno de los jugadores de la temporada, ahora mismo a la altura de hombres como Moi Gómez y Aimar Oroz, aunque queda faena por delante para ver hasta dónde sube el listón. Frente al Elche, el último equipo de la categoría que había espesado el partido con un gol en su único remate entre los tres palos a lo que había unido un trabajo encomiable y ambicioso, el futbolista cedido por el Barcelona completó una segunda mitad excepcional, a la altura de los jugadores de primerísimo nivel, y él solo volteó el marcador con dos dianas, la segunda de fantástica ejecución.
Osasuna, que estaba de nuevo enredándose en el peligroso goteo de minutos sin hacer gol -había superado los 400-, encontró en la calidad de su joven estrella el argumento inapelable para ganar el partido, aumentar confianza, restaurar sensaciones y lanzarse a la zona cómoda de la clasificación, cerca de los puestos de cabeza que dan algún premio en Europa al final de temporada. El partido de los hombres de Arrasate no fue malo, aunque también se sintió el agobio de quienes no acaban de ver claro el asunto del gol.
Después de una comparecencia en el encuentro más que aceptable, frente a un rival endeble en defensa, a Osasuna se le cortó la digestión después de esos minutos de revisión del VAR tras señalar el árbitro penalti por la caída de Budimir ante John. La acción quedó en nada, pero el partido se le fue espesando a los rojillos ante un Elche más descarado con el balón y que, con la necesidad como virtud, apretó y mordió. En el minuto 44, Tete Morente, que ya había mandado varios avisos a Nacho Vidal en pugnas similares, terminó sacando otra vez metros al defensa para soltar esta vez la derecha y marcar por raso. Osasuna iba a necesitar que Adde y Barja, que estaban creando sus problemas por las bandas, diesen un paso adelante para acabar de ratificarse como principales armas de su equipo.
Arrasate, que presentó un equipo con numerosas novedades, se había visto obligado a realizar cambios por el peso de las circunstancias: primero por la grave lesión de Darko, que llevó a salir al campo a Moncayola, y después por el relevo en el descanso de Nacho Vidal -señalado en su banda-, que dio paso a Aimar Oroz.
Fue marcar Lucas Boyé un gol con la mano, a los tres minutos de la reanudación, hacer las maletas el Elche y comenzar el vuelo de Abde. El marroquí sacó todo su repertorio, que es rico y variado. Regates a la carrera, túneles, engaños al paso, centros tocados, servicios con veneno, paradas en seco, arrancadas en un segundo y llegar. Abde sacó el perfil rematador tras haber hecho virguerías como proveedor de balones y primero remató un centro de Kike Barja apareciendo desde la puerta abierta de la banda derecha y, doce minutos más tarde, se adornó con un golazo desde el borde del área que sacó chispas al poste. Aunque se hagan las cosas bien y el equipo sea un coro afinado, siempre es bueno tener una voz cantante. Y Osasuna ha descubierto una.
2 Osasuna: Aitor Fernández, Nacho Vidal (Aimar, m. 46), Unai García, David García, Manu Sánchez; Darko (Moncayola, m. 38), Pablo Ibáñez, Moi Gómez (Peña, m. 67): Barja (Benito, m. 79), Budimir (Kike García, m. 79), Abde.
1 Elche: Badía; Palacios, John (Ponce, m. 88), Roco, Clerc (Collado, m. 88); Morente (González, m. 63), Mascarell, Gumbau, Fidel (Blanco, m. 51); Boyé, Milla.
Goles: Morente 0-1 (m.43), Abde 1-1 (m. 70), Abde 2-1 (m. 84).
Árbitro: Pablo González Fuertes (Comité asturiano), asistido por Rodríguez Moreno y Bárcena Rodríguez. El colegiado leonés mostró amarilla a David García y Aimar por parte local. Boyé, Fidel y Palacios por parte visitante.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigesimoctava jornada de LaLiga Santander disputada en El Sadar ante 16.925 espectadores.
