Osasuna confía en satisfacer la demanda de la totalidad de su masa social, al menos de la que desee acudir a La Cartuja de Sevilla para presenciar el sábado 6 de mayo la final de Copa, en la reunión que la próxima semana va a mantener con representantes de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ente organizador de la competición, y de su rival en la lucha por el título, el Real Madrid, cita en la que se va a negociar a tres bandas el reparto y los precios de las entradas.
La directiva del club navarro basa su confianza en que haya entradas para la totalidad de sus socios y socias que deseen animar a los rojillos en La Cartuja en el reparto de entradas del curso pasado, cuando fueron Valencia y Betis los protagonistas de la final de Copa, que también se disputó en el estadio sevillano. En aquella ocasión, cada club recibió 20.757 localidades, cifra superior a la que en la actualidad compone la masa social de Osasuna, ligeramente por encima de los 20.000.
Sin embargo, no resultó sencillo alcanzar ese pacto, ya que Valencia y Betis se negaron a aceptar la propuesta inicial de la RFEF, que por normativa había ofrecido un reparto equitativo de entradas entre las tres partes (un 33,3 % del aforo para el organizador del torneo y sendos 33,3 % para cada uno de los finalistas), pero que después cambió su proposición y rebajó sus pretensiones al 20 %, para dejar un 40 % para cada uno de los equipos, que, aunque con reticencias, aceptaron este segundo planteamiento.
En definitiva, que Osasuna va a llegar a la reunión de la próxima semana para negociar el reparto de las entradas de la final del 6 de mayo con la lección aprendida, aunque con algunas dudas, como por ejemplo el aforo oficial de La Cartuja, que oscila entre los 57.600 espectadores que aparece en algunos sitios de Internet y los 52.000 que empleó como referencia la RFEF para el reparto de la final de la pasada temporada. Aunque es cierto que en el club creen que este descenso de la capacidad puede estar propiciado por motivos de seguridad, también lo es que quieren conocer la justificación real del mismo.
También se hablará en la reunión a tres bandas de la próxima semana del precio de las entradas. “De eso se encarga la Federación”, dijo el martes Luis Sabalza en la zona mixta del estadio de San Mamés tras la clasificación de Osasuna para la final, un asunto que le preocupa al presidente del club navarro, pues el curso pasado se llegaron a pagar 222 euros por los billetes más caros (sin tener en cuenta la reventa). En cualquier caso, la directiva de la entidad rojilla va a trabajar para que el desembolso de los aficionados y aficionadas sea el menor posible.
Quiere decir todo esto que la hinchada de Osasuna tendrá que esperar para saber cuántas entradas va a tener a su disposición y a qué precio, asuntos que comenzarán a resolverse en la cumbre de la próxima semana con el Real Madrid y la RFEF, así como otros temas que tienen que ver con la hora de inicio del partido y quién actuará de local y quién lo hará de visitante.