La plantilla de Osasuna regresa hoy a los entrenamientos (10.30) e inicia una larga marcha que, casi sin descanso, le va a llevar hasta las puertas de la disputa de la final de Copa en Sevilla, el próximo 6 de mayo (22.00). Los hombres de Arrasate regresan a la actividad después de dos días de descanso que les han venido bien a todo el mundo y que, en el caso de algunos hombres, tienen que ver con la necesidad imperiosa de recuperación para estar en condiciones para el día de la gran cita.

Arrasate anunció el fin de semana pasado que para estos días espera que Chimy Ávila, Rubén García y Lucas Torró se sumen al trabajo con el grupo. En el caso de los dos primeros, se trataría del retorno después de haber superado sendas lesiones –el Chimy reapareció en la vuelta de la semifinal frente al Athletic tras haberse lesionado en el sóleo derecho frente al Villarreal y Rubén García recayó de sus problemas en la cadera precisamente en San Mamés–, mientras que Torró está siguiendo un plan de recuperación por la acumulación de minutos que lleva encima y unas dolencias en el abductor de su pierna derecha.

Osasuna tiene cuatro partidos de Liga por delante antes de la final de Copa en los que debería zanjar la permanencia y, de paso, mantenerse cerca de los puestos de las ilusiones hasta el final del curso regular, es decir, mirando a la zona alta, en donde se reparten los premios de la clasificación para Europa.

Osasuna juega el sábado en El Sadar frente al Betis (14.00) y Arrasate programa sesiones durante todos los días en Tajonar a partir de las 10.30 horas. Después del encuentro con el conjunto sevillano –eliminado de la Copa por los rojillos en un emocionante partido en el Benito Villamarín–, a los rojillos le llegarán dos semana con ración doble. La segunda, bestial con el Barcelona en el Camp Nou en la Liga y el Real Madrid en Sevilla en la Copa.