Cortés es un reputado letrado que escribió hace años sobre corrupción deportiva en el fútbol y tiene otra obra sobre dopaje. Es uno de los mayores expertos del país en Derecho deportivo.

¿Cree que hay base para que Osasuna pueda resultar sancionado por la UEFA?

–Desgraciadamente sí. Porque la regulación de la UEFA a partir del año 2013 no solo sanciona las actuaciones de la persona jurídica, sino que también se condena a los gestores. Es decir, que tienen legitimidad para sancionar. El grado de intervención de la UEFA es cada vez mayor y tienden a echar de su grupo de amigos, de la institución, a quien consideran que es la manzana podrida.

Que Osasuna sea víctima según el Supremo, ¿le exonera ahora?

–Lo que le va a importar a la UEFA a la hora de tomar una decisión es lo que digan los hechos probados de la sentencia, cómo la Justicia penal ha dado por probados los hechos en los que aparece que ha habido gestores de Osasuna que han participado en esos amaños y teniendo en cuenta que el interés de la UEFA es la mal llamada tolerancia cero, ahí está el peligro para Osasuna.

¿Hay amenaza de sanción?

–El riesgo de sanción es normativamente grande en primer lugar. En segundo, el grado de discrecionalidad que tiene la UEFA a la hora de adoptar sus decisiones es cada vez más amplio porque se trata de un institución privada que funciona con sus propias normas. Y, en tercer lugar, es una opinión personal pero no dejaría de pasar por alto que esto está coincidiendo en el tiempo con el caso Negreira del Barcelona, donde parece que no va a haber una sanción al menos inmediata, y va a quedar la sensación de que han estado a punto de cazar un conejo y se les ha escapado, por eso Osasuna va a ser una presa fácil. La UEFA es soberana a la hora de abrir expediente. En mi opinión no creo que a un club se le deba castigar cuando como ocurre en el caso de Osasuna tiene a unos gestores distintos y una situación que no tiene nada que ver. Es bastante comprensible desde el punto de vista de la Justicia material que no se les sancione a una entidad que está formada por directiva nueva. 

¿Qué juega en contra?

–El margen de la discrecionalidad de la UEFA a la hora de actuar y la coyuntura actual de tolerancia cero en amaños, la apuesta por el fair play financiero. Creo que esos factores hacen que la UEFA considere que Osasuna puede ser un amigo borracho al que puedan echar del grupo. La tolerancia cero en la compra de partidos afecta mucho a un organismo como la UEFA que protege los intereses económicos más relevantes, como las apuestas deportivas o los derechos en materia audiovisual. Esa tolerancia o fair play supone una pátina para dar apariencia de que los clubes compiten en igualdad de condiciones, pero en realidad está plagado de intereses eonómicos detrás que es lo que interesa proteger.

¿Los estatutos de la UEFA no contemplan la prescripción de delitos?

–No prescriben las condenas por amaño. Es como un sistema de alerta, tirar de archivo y observan que hay un apunte relevante y lo retoman sea cuando sea. Osasuna tienen que intentar que se paralice el procedimiento pidiendo medidas cautelares y poder seguir compitiendo, dándole una patada adelante aal balón. Pero la UEFA está al deseo de que sus decisiones sean mediáticas, visibles y no se van a cortar tampoco si tienen que sancionar a Osasuna en mitad de la competición. Eso les supone una publicidad subrepticia al grupo de elite que la compone, que funciona como un club gastronómico. Además, Osasuna es una presa fácil, un chivo expiatorio perfecto. Lo digo con dolor de corazón, porque Osasuna es mi segundo equipo y la apestada es su antigua jerarquía, nadie del club actual. Pero el rendimiento económico que va a generar Osasuna en una competición como la Conference no le hace daño a la UEFA. Otra cosa sería el City, el Madrid, con los que adoptarían medidas más quirúrgicas.

La UEFA, por tanto, tiene sus propios órganos decisores.

No hay normas para la UEFA más que las suyas propias. Uno de los caballos de batalla del caso Osasuna fue que los pagos por ganar, que yo siempre sostenía que no podían ser delito, generaron un campo interesante para debatir en el que el Supremo participó diciendo que esas primas a terceros por ganar no eran delito. Pero la UEFA funciona de modo distinco, funciona bastante con el ordeno y mando y no entra en esos debates.