Osasuna apurará plazos y luchará legalmente hasta el final

Osasuna tiene en situación avanzada las alegaciones que va a presentar al órgano de Apelación tras la recomendación de los inspectores de la UEFA de excluir al conjunto navarro de la próxima edición de la Conference League después de que el griego Dimitrios Davakis y la turca Duygu Yasar hicieran llegar al club las conclusiones, desfavorables para sus intereses, del informe realizado en los últimos días y para el cúal requirieron de dos aplazamientos. Sin embargo, la entidad rojilla apurará plazos para presentar alegaciones porque necesitan de varios días para revisar la nueva defensa.

Una vez que a primera hora de la tarde de este viernes Osasuna fue notificado de la resolución del informe, se le abrió al club un periodo de seis días, que expira el próximo viernes 30, para presentar las pertinentes alegaciones. Tanto el club como sus abogados ya comenzaron ayer, previsores del posible escenario negativo que podía tener la resolución del informe de los dos inspectores, a trabajar en una segunda defensa. La primera, cabe recordar, se solidificó en un documento de diez folios al que acompañaron archivos adjuntos. A partir de ahí, el club cree que recibirán pronto la nueva notificación, en los primeros días de julio, puesto que la UEFA pretende solucionar rápido todos los casos antes del 7 de agosto, fecha en la que se realiza el sorteo.

Lo normal es que la resolución del órgano de Apelación sea negativa, sigue la línea de la recomendación de sus propios inspectores. Llegados a ese punto el club, como anunció en su primer comunicado, recurrirá dará un paso más en su lucha legal y recurrirá al TAS. Los tiempos cambian. Una vez que Apelación determine que Osasuna queda excluido de la Conference League, el club entrará en una contrarreloj para intentar llegar al sorteo del próximo 7 de agosto.

El objetivo es que el TAS le conceda la cautelar a la entidad navarra, que ésta pueda estar en el bombo del día 7 de agosto y que, de esta manera, se paralice todo el proceso. Al tribunal solamente se puede recurrir una vez cuando las decisiones de determinadas federaciones o asociaciones deportivas son susceptibles de apelación ante el TAS porque así lo establecen sus estatutos o reglamentos. El mencionado tribunal estará compuesto de tres partes arbitrarias: una elegida por el TAS, otra por la UEFA y una tercera elegida por Osasuna (entre todos los árbitros que componen el tribunal, que son cerca de 300). Si no hay acuerdo entre las partes, la decisión la tomará el presidente.

En su lucha legal de ir hasta el final, si el TAS no le concede la cautelar a Osasuna, la entidad se plantea seguir defendiendo su posición en otras instancias, como por ejemplo la justicia ordinaria, que prevalece sobre organismos que, en la mayoría de los casos, tienen un carácter privado, y es la última instancia a la que recurrir cuando se termina la vía deportiva, que puede echar por tierra la resolución del TAS. En la entidad rojilla existe cierto optimismo a que se pueda dar la vuelta a la recomendación de los inspectores de la UEFA y, en poco más de un mes, el nombre del club esté dentro del bombo esperando rival para disputar la última eliminatoria del play off de la Conference League, ronda que da el pase a la fase de grupos de la competición.