A Osasuna se le terminó el sueño de Europa. Ha sido una experiencia corta, demasiado corta, que incrementará la cultura futbolística del equipo y que servirá para las siguientes andanzas, pero que ha resultado amarga porque no ha habido ni un lametón dulce, aunque se rozó. El Brujas, que se llevó de El Sadar una renta de un gol gracias a su puntería, la hizo valer en su estadio en un encuentro intenso y disputado, emocionante hasta el final en el que después de hacer lo más difícil, marcar dos goles fuera de casa, se han concedido dos fallos defensivos que han resultado fatales.
Osasuna ha sido durante la eliminatoria un equipo más que competitivo frente a un rival con recursos y calidad, pero como en el encuentro en El Sadar las concesiones en defensa, los errores defensivos, han pasado una altísima factura. Una lección dura y amarga para un equipo que se merecía más, que ha exprimido sus recursos y que ha puesto contra las cuerdas a contrincante con pegada y buenos futbolistas, también muy acostumbrado a jugar por títulos y eliminatorias, lo que otorga un plus. Osasuna también desaprovechó su oportunidad porque difícilmente podrá encontrar un escenario mejor para clasificarse.
Arrasate ha tenido jornadas de reflexión intensa alrededor del equipo y en torno a las alineaciones de una semana con tres encuentros, dos en Europa, y por ello no hubo extrañeza con sus variaciones. Frente al Brujas, en el tercer encuentro de la serie, introdujo siete cambios. Portero y los dos centrales no se movieron respecto al partido en Valencia, pero se incorporó a esos tres Juan Cruz. Había que ganar, pero también ponerle ojos a lo que pasaba por la cocina, sobre todo por el pasillo izquierdo.
Non fue mala la elección del técnico porque el Brujas nada tuvo que ver con el del partido de ida en El Sadar y salió a morder. De hecho, Osasuna también estaba dispuesto a empezar a dentelladas y el resumen fue una primera parte caliente, excesiva en algunos momentos, con un árbitro peligrosamente rápido con las tarjetas y casero, y con todo el mundo mirando el horizonte de la portería contraria. Sergio Herrera sostuvo a su equipo con una intervención colosal ante Vanaken, a los veinte minutos. Osasuna, que nunca le perdió la cara al partido ese al empuje y calidad del Brujas, sacó las garras. El Chimy, sobrexcitado, pero incómodo para el equipo local, avisó con un cabezazo que salvó a córner Mignolet.
A Mojica le estaba sentando bien tener las espaldas cubiertas, jugó sin mirar el retrovisor, como siempre, pero estuvo suelto y feliz como potro sin miedo. Por eso, cuando en el córner siguiente al testarazo del Chimy enganchó la pelota en el borde del área, se liberó del todo. Su disparo raso y cruzado esquivó a unos cuantos jugadores y se marchó a gol.
Osasuna le hizo daño al Brujas. Por primera vez en toda la eliminatoria fue un equipo nervioso, molestado, inquieto y acelerado. El equipo de Arrasate jugó bien los minutos hasta el descanso, a pesar que De Cuyper lució de nuevo esa zurda fina para enviar un balón al poste. Nadie se iba a rendir.
El primero que iba a dejarlo claro tras el paso por el vestuario fue Osasuna. El Brujas también salió con orgullo y la cabeza alta, pero los que pegaron primero fueron los rojillos. A los cinco minutos se puso a volar Budimir entre los centrales para tocar con sutileza de cabeza a la red. Osasuna acababa de sacar su billete para seguir viajando por Europa.
Al equipo de Arrasate le tocó entonces sufrir, aceptar la pelea para sobrevivir. El técnico rojillo hizo tres cambios para dar más aire, pero mantener el fútbol con la inclusión de Aimar, Rubén García y Areso por Moi Gómez, Chimy Ávila y el lesionado Rubén Peña. El Brujas tampoco aceptaba su suerte, pero su ánimo no acababa de concretarse en oportunidades más allá de centros, pocos, y córners. En uno de ellos, a veinte minutos del final, el equipo belga regresó al partido gracias a un gol de Thiago, que cabeceó casi debajo del larguero, en el segundo palo. Todo empezaba. Todo estaba igualado. Por un par de minutos.
Olsen se quedó con un balón en el área tras una acción confusa de Mojica. El colombiano cedió la pelota tras irse al suelo en una acción que luego reclamó como falta. En eso se quedó, y con Osasuna patas arriba, obligado a marcar para hacer el viaje de vuelta a meterse de nuevo en la eliminatoria. Empatarla. Tocaba esprinter frente a un contrincante reanimado, y mucho.
Thiago, un excelente delantero, corpulento y con recursos, de esos que anda feliz al limite de todo, casi termina la eliminatoria con antelación a cinco minutos de los 90 minutos con un zapatazo al poste. Osasuna, que no creó casi peligro en la segunda mitad, recibió once minutos de añadido para caer con esfuerzo y honor. Aimar Oroz estuvo a punto de cambiar la historia en el minuto cien, cuando remató fuera por muy poco un balón controlado en el área. Fue una amarga despedida, con la cabeza alta. Y sin perder.
Ficha técnica
BRUJAS 2: Mignolet; Buchanan (Nusa, m. 71), Mechele (Boyata, m. 46), Spileers, De Cruyper; Onyedika, Vanaken, Vetlesen (Odoi, m. 90+6); Olsen (Sabbe, m. 79), Thiago, Zickernagel.
OSASUNA 2: Sergio Herrera; Peña (Areso, m. 68), Catena, David García, Juan Cruz (Raúl, m. 82), Mojica; Moncayola, Torró (Barja, m. 82), Moi Gómez (Aimar, m. 68); Chimy Ávila (Rubén García, m. 68), Budimir.
Goles: Mojica 0-1 (m. X), Budimir 0-2 (m. 53), Thiago 1-2 (m. 73, Olsen 2-2 (m. 76).
Árbitro: Daniel Stefanski (Polonia), asistido por Dawid Golis y Michal Obukowicz. El colegiado mostró amarilla a Chimy Ávila, Moncayola, Moi Gómez, Herrera, Mojica, David García y Catena por parte rojilla. A Mechele, De Cuyper, Thiago y Mignolet por parte local.
Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de la eliminatoria entre Osasuna y Brujas de Liga Conferencia disputada en el estadio Jan Breydel.
