A los miembros de la junta de Osasuna que se desplazaron a Brujas –el presidente Luis Sabalza y los directivos César Muniáin, Juanma Garro y Josetxo Pérez de Zabalza–, así como a los responsables de la dirección deportiva del club, Braulio Vázquez y Cata, les tocó ver el partido del pasado jueves desde la grada del estadio Jan Breydel de Brujas, en una zona habilitada a tal efecto, pero rodeados de aficionados locales. Se trata un detalle que no gustó demasiado en el club navarro, que en el choque de ida reservó un buen espacio en el palco de El Sadar para los representantes de la entidad belga, principalmente por los riesgos que implicó una situación que afortunadamente no tuvo consecuencias. “Hacía por lo menos nueve años que no veía un partido de Osasuna desde la grada”, bromeó Sabalza a su llegada a Pamplona, una respuesta que sirvió para quitar hierro a un asunto que disgustó a la directiva rojilla.