A falta de un partido para la conclusión de la primera vuelta, el que queda en casa contra el Almería el 4 de enero, Osasuna se marchó del año 2023 con una derrota dolorosa y dura en el campo del Mallorca (3-2) que, además, no hizo sino aumentar algunos números poco afortunados que deberán ser enmendados, en la medida de lo posible, para mejorar esta campaña que camina discreta, pero que será buena con la permanencia, objetivo que no peligra mientras se continúe así.

Osasuna tiene tarea de repaso en estas vacaciones para poner después en práctica porque hay cuestiones a las que se debe regresar para mejorar, evitar, sanar quizás, porque queda tiempo –una vuelta completa– y ciencia –los rojillos han demostrado que pueden ofrecer un mejor rendimiento, como recordó el técnico tras el fiasco en Son Moix–. Mientras, algunas cuestiones meten ruido. El conjunto de Jagoba Arrasate es el cuarto equipo más goleado de Primera (29 goles), con números peores sólo para Almería (42), Granada (40) y Villarreal (35).

Si los rojillos no andan especialmente finos en esta faceta, no es asunto que tenga que ver en exclusiva con Sergio Herrera, el portero ya titular habitual en la Liga que, contradiciendo esos guarismos gravosos, está siendo uno de los jugadores sobresalientes en los últimos encuentros.

Los goles en contra se contabilizan también en problemas, fundamentalmente en lo que a las derrotas se refiere. Osasuna acumula nueve derrotas, que le colocan en cuarta posición en este ránking de caídos. Más derrotas que los rojillos llevan en la campaña el Almería (13), Granada (12) y Alavés (10) –dos equipos en zona de descenso y otro cercano en la tabla–. Nueve encuentros perdidos se han puesto encima también Celta y Villarreal.

Pero a Osasuna donde le aprietan más los deberes de la presente temporada es en casa, en El Sadar. En nueve encuentros de Liga de local, contabilizado con pormenorizada decepción por el incondicional del estadio pamplonés, sólo se han sumado dos victorias, por tres empates y cuatro derrotas. Los rojillos comparten el número de triunfos con Sevilla, Mallorca y Cadiz, y sólo andan peor que ellos en sus respectivos domicilios Almería (0), Granada (1), Celta (1) y Rayo (1).

Lo bueno de esta enumeración de horrores es que en el primer partido del año, con una victoria ante el Almería en casa –el último clasificado juega en El Sadar antes del inicio de la gran juerga con el debut en la Copa y la participación en la Supercopa de Arabia–, se alivia algún borrón y se puede dar aire a la clasificación.