El exjugador polaco de Osasuna Ryszard Staniek, de 53 años, pasa por un momento delicado de salud. Hace un año sufrió un derrame cerebral que ha derivado en una discapacidad que dificulta su día a día, estando necesitado de rehabilitación y tratamiento. La familia pidió ayuda por las redes sociales y el fútbol polaco, con la federación nacional y su exclub Gornik Zarbze a la cabeza, se ha movilizado para recaudar fondos y echarle una mano.
Staniek, nacido el 13 de marzo de 1971, fichó por Osasuna en agosto de 1993 después de ofrecer una brillante actuación con Polonia en los Juegos de Barcelona, donde perdió la final frente a España (3-2). Jugó los seis partidos del certamen y marcó dos goles, uno de ellos en la lucha por el oro. Cuando llegó a Pamplona era el tercer polaco de la plantilla tras Jan Urban y Roman Kosecki. Luego vendrían Ziober y Trzeciak. Osasuna pagó por el delantero 126 millones de pesetas. En las dos temporadas con la camiseta roja disputó 62 encuentros oficiales y marcó 4 goles. Su rendimiento estuvo por debajo de lo esperado y regresó a su país.
Según recogen diferentes portales polacos, Staniek sufrió el año pasado un derrame cerebral que lo dejó gravemente discapacitado y requiere cuidados constantes para todas sus actividades diarias. Necesita fondos para renovar su casa y un coche especialmente adaptado para poder viajar con seguridad a los tratamientos, motivos por los que se decidió iniciar una colecta.
Esta es la descripción de su situación recogida en el sitio web zrzutka.pl. "No siente ninguna sensibilidad en ambas piernas por encima de los tobillos, lo que significa que a menudo pierde el equilibrio y necesita ayuda para moverse. Tiene un tono muscular muy pobre. Ha perdido completamente la vista en el ojo izquierdo. Todavía está progresando y su visión está empeorando. Se necesitan medidas para la renovación de la casa para adaptarla a una persona discapacitada. Especialmente la renovación del baño. Es necesario nivelar el área frente a la casa y colocar adoquines para que sea posible desplazarse con seguridad con un andador o una silla de ruedas".
Después de regresar a Polonia, Staniek jugó en el Legia Warszawa , Odra Opole y Piast Gliwice. Terminó su carrera en 2005, cuando tenía 34 años. Más tarde fue al Beskid Skoczów donde se desempeñó como director y formador de grupos juveniles. En 2009 fue entrenador asistente en el Odra Wodzisław Śląski. Como formador independiente trabajó en Orzeł Zabłocie y Cukrownik Chyba. Hasta que finalmente dejó el fútbol. Cuentan que no se sentía cómodo como entrenador. Prefería la paz y la tranquilidad, y esto se lo proporcionaba su casa en una localidad de Silesia. Para Stańiek jugar al fútbol era un trabajo y, una vez terminado, se sentía como si se hubiera retirado. Lo más importante para él era la familia. “El fútbol sabe mejor cuando se ve en la pantalla del televisor”, sentenció.