La Sala 1920 del Estadio de El Sadar acoge desde este lunes y, hasta el próximo 8 de agosto, una exposición en colaboración con la Universidad de Navarra donde los alumnos de 2º año del Grado en Arquitectura han diseñado proyectos de remodelación de las instalaciones de Tajonar. Esta presentación se enmarca en el proceso que afronta el club tras la recompra de los terrenos anexos a la actual ciudad deportiva.
La premisa de estos proyectos, tal y como anunció el club a través de un comunicado oficial en su web, es “aportar ideas y afrontar de antemano los diversos problemas que plantea ampliar la ciudad deportiva”; pero estos no serán los que finalmente se lleven a cabo. El Club Atlético Osasuna subraya así su compromiso de colaboración activa con la academia foral, en este caso, con la Universidad de Navarra.
Los docentes a cargo de guiar al alumnado en estos proyectos, de las asignaturas Taller de Proyectos II, Ciudad y Paisaje, Instalaciones I, Structural Systems (sistemas de estructuras) y Construcción II, han sido, así, los encargados de seleccionar los 19 proyectos que han sido expuestos en El Sadar. Marcos Urcola es uno de los alumnos cuyo proyecto ha sido elegido para su exposición en El Sadar, y resalta que el proceso de elaboración del proyecto comenzó con una visita del alumnado a las actuales instalaciones de Tajonar. Allí, pudieron conversar con personal del club además del gerente de Tajonar Pedro Arozarena, quien mostró el entorno y la parcela donde está prevista la ampliación.
“Es un proceso muy largo, tienes que tener en cuenta muchas cosas y se tarda bastante solo en empezar a trabajar el proyecto”, explicó Urcola. El club les trasladó la idea de hacer “un estadio más principal” ubicado en el terreno anexo al actual, que el club adquirió recientemente, además de “10 campos de fútbol con sus respectivos vestuarios, zona de residencia y convivencia para jugadores y oficinas”, pero “sin un programa muy definido”, lo que abrió la puerta de la libertad creativa al estudiantado.
Urcola explica, a su vez, que la entrega del proyecto definitivo se efectuó en el mes de mayo y recibieron una retroalimentación de los profesores, pero no del club. No obstante, la acogida de los estudiantes fue positiva y, según afirman fuentes del club, este proceso ha sido enriquecedor para ambas partes. El personal de la entidad navarra no desaprovechó la oportunidad de explicar a los estudiantes qué es Osasuna, qué proyecto están desarrollando y cuáles son los planes de futuro, lo que favorece la visibilidad del equipo ante el elevado número de estudiantes fóraneos que cursan sus estudios superiores en la Universidad de Navarra.
LA OROGRAFÍA, EL RETO
El apartado más complejo del proyecto de ampliación de la ciudad deportiva radica en la irregularidad del terreno recomprado al Gobierno de Navarra, por lo que los alumnos se han visto inmersos en la búsqueda de una fórmula arquitectónica para dar respuesta a esta complejidad orográfica. Una gran parte de los proyectos presentados coinciden en integrar las instalaciones en el terreno a través de soterramientos parciales o totales. El concepto de Rafael Landete, por ejemplo, busca aprovechar el desnivel para generar “una grada casi natural” situada en la zona superior de la parcela, con lo que “el campo se une con el paisaje a los pies del espectador”. Su propuesta de soterramiento pasa por la construcción de un edificio privado con los vestuarios, que se ocultaría con objeto de ganar intimidad y dejaría al descubierto las oficinas, situándolas en la cubierta del mini estadio.
Daniela Lucía Astupinaro, por su parte, plantea un proyecto de tres plataformas semienterradas colocadas una encima de la otra para valerse, al igual que su compañero, del desnivel e integrar las instalaciones en el paraje natural. “Un gran eje marcado por las antiguas instalaciones” es el protagonista del proyecto presentado por Rocío Cerrejón, en forma de rampas y escaleras que favorezcan la accesibilidad entre el mini estadio donde disputará sus partidos Osasuna Femenino y el resto de campos.