No fue bueno el arbitraje que completó en Vallecas el colegiado onubense Alejandro Quintero González, adscrito al Comité andaluz y, a sus 31 años, debutante esta temporada en la máxima categoría. Y la mejor prueba la encontramos en una polémica jugada en la primera parte, con 0-0 en el marcador, en la que no entendió como penalti un agarrón de Mumin a Raúl García de Haro dentro del área en el minuto 18 de partido.
El delantero de Osasuna aprovechó un gran centro de Bryan Zaragoza desde la banda izquierda del ataque rojillo para controlar el balón pese a que el central ghanés del Rayo le sujetó de manera continuada de la camiseta. La acción acabó con Raúl en el suelo pidiendo penalti, con el árbitro no concediéndolo y además con amonestaciones por pedir la pena máxima para Bryan Zaragoza y el entrenador Vicente Moreno.
La repetición televisiva reveló que el agarrón había sido meridianamente claro, pero también desveló un fuera de juego de Raúl García de Haro unos 20 segundos antes del penalti no sancionado (¿suficiente para anular la acción?). La cuestión es que el juego siguió, el atacante rojillo marcó antes del descanso el 0-1 y el Rayo se sacó una remontada de la chistera en una segunda parte en la que Osasuna no existió.