Dicen los entrenadores y directores deportivos que los mercados de fichajes de invierno son difíciles, complicados. Quizás sea el resumen más sencillo para llamar a la confluencia en un mes de necesidades previstas, imprevistas, sorpresas, oportunidades, negocios imposibles ahora y quizás después, nervios, alguna locura.
El anuncio del director deportivo de Osasuna, Braulio Vázquez, de que no esperan novedades salvo sorpresas debería calmar lo que resta de mercado de invierno, que concluye el 3 de febrero. Con el término sorpresa como definición principal para el tipo de transacción, el conjunto rojillo no espera que se produzca ninguna de salida –aquí pesarán más que nunca el cumplimiento de las condiciones económicas– y aguarda que se ponga a tiro, si la hay, de entrada. El perfil de extremo sigue siendo el que descolla en este apartado, pero como también indicó Braulio en otro momento, la recuperación de Bryan limita las aspiraciones en este terreno porque no cabe duda de que el malagueño a pleno rendimiento sentaría a cualquier recién llegado en el banquillo.
Las salidas de Nacho Vidal, Javi Martínez e Iker Benito –solo con posible retorno el último– pueden ser los únicos movimientos en la plantilla respecto a la que empezó el curso.