A lo largo de los últimos años, el Real Madrid ha visitado Pamplona con plantillas llenas de súper estrellas. Jugadores cuyo precio se situaba en lo más alto del panorama mundial del fútbol. Sin embargo, este año es diferente.

El club merengue de esta temporada es el más caro de la historia en cuanto a valor de mercado se refiere y, por lo tanto, el más caro que ha pasado por el estadio de Osasuna. Un hecho que, además de estar relacionado con que se han juntado varios jugadores de la élite mundial del fútbol, –como son Bellingham, Vinicius, Mbappé o Valverde– tiene que ver con la evolución del mercado en este deporte. Y es que en los últimos años el valor de mercado de los jugadores ha incrementado temporada tras temporada. 

El cuadro dirigido por el técnico italiano Carlo Ancelotti tiene un valor de mercado de 1,23 mil millones de euros –según el portal web Transfermarket– entre todos los jugadores de su plantilla, que son 23. Sin embargo, si cogemos a los 11 titulares en este momento de la temporada, a pesar de la incógnita de quién jugará este sábado, el valor de mercado se reduce. Aunque no demasiado. 

Si el club merengue juega con los 11 habituales en este tramo del año –teniendo en cuenta la última alineación ante el Manchester City y que está plagado de lesiones en estos momentos– el valor de mercado es de 981,5 millones entre los 11 jugadores que, probablemente, ocuparán el campo de El Sadar. 

En la portería, el belga Thibaut Courtois tiene un valor de 25 millones de euros, algo menos que otros años por la edad. Un precio bajo a pesar de ser el guardameta del Real Madrid.

La línea defensiva de cuatro con la que acostumbra a jugar el equipo blanco –teniendo en cuenta que Lucas Vázquez no está disponible y que jugará Federico Valverde de lateral derecho– cuesta un total de 232,5 millones de euros, siendo el uruguayo el más caro de la zaga con un valor de 130. A él le sigue Tchouaméni con 80 millones, mientras que Fran García y Raúl Asencio son los más ‘baratos’ con un precio de 15 y 7,5 millones respectivamente.

En el centro del campo, donde lo más probable es que jueguen Ceballos y Camavinga –aunque podría entrar Luka Modric, ya que contó con menos minutos en el encuentro de Champions League– el valor es más bajo. Entre los dos centrocampistas suman un total de 84 millones, aunque 80 los pone el francés y cuatro el español, siendo el que menos valor de mercado tiene en toda la plantilla. 

Sin embargo, el plato gordo viene con los cuatro de arriba, disponibles todo para el duelo de liga del sábado a las 16.15 horas. Entre Vinicius, Bellingham, Mbappé y Rodrygo –aunque puede que no jueguen todos de inicio– la cantidad de millones resulta ser casi absurda.

Un total de 640 entre los dos brasileños, el inglés y el francés. El más caro de los cuatro es Vinicius, según su valor de mercado, con 200 millones de euros. Tras él, Bellingham con 180, Mbappé con 160 y Rodrygo con 100. Además, tres de ellos se encuentran entre los cinco jugadores más caros del planeta, en concreto, el primero es Vinicius, el tercero Jude y el quinto Kylian.

Todo ello hace un total de 981,5 millones de euros, 900 más que el once de los rojillos, que tiene un valor de mercado de 82,3 millones. Un once blanco que, incluso, tiene un precio mayor que el de plantillas enteras de otras temporadas.

De hecho, ninguna plantilla de la última década –contando todos los jugadores– supera esta cuantiosa cifra. En la temporada 2010-2011 –última victoria de Osasuna en una visita del equipo merengue– el valor de la plantilla era de 519 millones, la mitad de lo que es en esta campaña.

La visita del Real Madrid a Pamplona –dejando a un lado el aspecto deportivo– viene marcada por esta cifra absurda de millones. Aquel año, el valor de Osasuna era de casi 58 millones de euros, siendo Juanfran Torres el jugador más caro de la plantilla rojilla con 8 millones.

Tras el empate en Mallorca y la victoria de los blancos en su duelo europeo, Osasuna se enfrentará al once merengue más caro de todos los tiempos, lleno de galácticos que, por muchos millones que valgan, tendrán que sudar en cada acción del encuentro, porque El Sadar aprieta sin importar el valor de mercado que tengan los once jugadores del equipo rival.