Osasuna ganó al Atlético de Madrid y mantiene intacto el sueño de este final de curso en el que la clasificación para jugar la Liga Conferencia la próxima temporada es posible. El equipo de Vicente Moreno doblegó a un rival de categoría y se mete de lleno en la lucha por la octava posición, un pugna en la que no depende de sí mismo, pero en la que sostener una racha victoriosa se antoja decisiva y, probablemente, suficiente. Los seis puntos en juego, las dos últimas jornadas de Liga, adquieren un interés inusitado, una emoción máxima. Un final feliz supondría la guinda para este curso extraño en el que tras el estancamiento en la zona media ha surgido la posibilidad de la redención. ASÍ TE LO HEMOS CONTADO MINUTO A MINUTO
Como corresponde a estos desenlaces con grandes consecuencias, lo relativo al juego resultó lo de menos y Osasuna, como había que gestionar cuestiones importantes, se saltó los buenos modales y brindó una gran lección de efectividad. Los rojillos estuvieron finos en la puntería y, de tres lanzamientos entre los tres palos, fueron capaces de convertir dos. Intachable el gol de Catena, un tanto a la vieja usanza, martilleando con la cabeza un córner en el segundo palo. Qué decir del golazo de Budimir. El ariete croata volvió a vivir uno de esos encuentros complicados que suele ofrecerle Osasuna, con los consabidos mamporros de la defensa, que quiere enfriar la fama del delantero por métodos coercitivos, pero sin un solo balón que disfrutar. Bueno, hubo uno, el que se sacó Kike Barja, una flecha que hiere al defensa y arma al atacante. Budimir no perdonó en un remate en semi plancha, redondeó la victoria y subió un peldaño más en su historia en Osasuna. Un gol con el que iguala a Vergara. Otro dulce en el pastel.

Buen desempeño defensivo
También ayudó al desenlace feliz el gran trabajo defensivo. Mientras estuvo Sorloth en el campo, los centrales rojillos estuvieron lidiando con un jugador molesto y dinámico. La desaparición del noruego supuso un evidente aumento de la tranquilidad de la pareja central y, es más, una actuación excelente para Boyomo y Catena. El Atlético mantuvo su ímpetu, pero en absoluto mostró la excitación de otros encuentros en los que impone su vértigo. Fue también una buena noticia para Osasuna.
De una primera parte igualada, con más peso con la pelota por parte del Atlético, salió airoso Osasuna. No había habido aproximaciones convincentes, un trabajo mejor de los defensas sobre los delanteros, por lo que con este plan, un córner debía ser un recurso apreciado. Fue una desdicha de jugada defensiva del Atlético, que convirtió en saque de esquina un balón bombeado al área que era irrematable, y en el córner, Catena se aprovechó del enredo de ocupar la espalda de Boyomo y solo necesitó el impulso desde la baldosa que ocupaba para marcar de cabeza.
Sorloth, inquieto y combativo, probó de cabeza a Sergio Herrera que salvó su cabezazo en plancha sobre la línea de gol. El partido no había tenido un dueño claro, pero esa era una cuestión menor ante la importancia única y mayúscula de los puntos.
-Ficha técnica del Osasuna - Atlético de Madrid
Osasuna: Sergio Herrera; Areso, Catena, Boyomo, Juan Cruz (Bretones, m.81); Pablo Ibáñez (Moncayola, m. 71), Torró, Aimar (Moi Gómez, m. 88); Peña (Barja, m. 60), Budimir (Raúl m, 88), Bryan (Muñoz, m. 71).
Atlético: Oblak, Llorente, Le Normand, Giménez, Javi Galán (Azpilicueta, m.46), Koke (Correa, m. 64), Barrios (Nahuel Molina, m. 52), De Paul, Giuliano (Lino, m. 46), Julián Álvarez (Griezmann, m. 63) y Srloth (Gallagher, m. 67).
Goles: Catena 1-0 (m. 25), Budimir 2-0 (m. 82).
Árbitro: Mario Melero López (Comité andaluz), asistido por Martínez Serrato y García Lozano. El colegiado valenciano mostró amarilla a Pablo Ibáñez por parte de Osasuna. A de Paul por parte visitante.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo sexta jornada de LaLiga EA Sports disputada en el estadio de El Sadar ante 21.171 espectadores.
La segunda mitad vio a un Osasuna solvente en la defensa y comprometido en el trabajo ante un Atlético de Madrid mucho más decidido en influir en la historia del partido y, sobre todo, incidir en el marcador.
Sin embargo, no hubo ocasiones de peligro para los rojiblancos, tampoco las creó Osasuna hasta que se acertó con el enchufe. El centro con malicia de Barja y el cabezazo de Budimir arroparon a Osasuna un poco más para que siga soñando.