Confidencial
280.000 euros de la UEFA. Osasuna ingresará 279.794 en concepto de cesión de jugadores a su selección para la disputa de partidos de la Liga de Naciones y de la Eurocopa. El club pamplonés es el 14º de Primera por cantidad recibida.
Una ola de nostalgia inundó El Sadar al final del encuentro. De nostalgia y también de orgullo. La afición tributó un cariñoso reconocimiento, en su despedida en El Sadar, a los veinticinco años de fidelidad a los colores de Unai García. Otro futbolista que debe ser un modelo para los canteranos, que cruzó etapas paso a paso, categoría a categoría, y que sin llevar esa aureola de futura estrella que han lucido otros, ha cubierto una digna etapa como profesional, salvando también algún que otro obstáculo que encontró en la propia casa.
El estruendo de los cánticos del estadio, la emoción del protagonista y el homenaje que le rindió el club, relegaron a un segundo plano otra despedida, la de Pablo Ibáñez. El futbolista dejó escapar unas lágrimas cuando fue sustituido y tomó asiento en el banquillo, mientras de la grada salían voces pidiéndole que se quedará. Esos ojos vidriosos son los de alguien que precisamente no se quiere ir pero le han abierto la puerta, empujón incluido, para que se vaya.
Las de Unai y Pablo son situaciones diferentes; el capitán ha ido perdiendo relevancia fruto de la competencia en su demarcación, pero el centrocampista ha puesto de manifiesto en el tramo final de la temporada lo que venía exponiendo desde que dio el salto al primer equipo: es un excelente complemento de plantilla. Lo ocurrido con el central de Esquíroz es ley del fútbol; lo ocurrido con Ibáñez es ley de mercado. En esas aguas intenta mantenerse a flote la cantera.
Nunca es buen momento para dejar el fútbol o cerrar una larga etapa en un club. El futbolista, de no mediar una lesión incapacitante, siempre cree que tiene recursos para estirar un poco más su hoja de servicios, retrasar el cambio de vida. De Unai García puede afirmarse que ha vivido un largo adiós porque, quitando las primeras eliminatorias de Copa, no ha tenido sitio en el equipo durante este curso. Y el día que el entrenador tiró de él en una situación de urgencia, la inactividad le pasó factura. Merecía un mejor recuerdo del último día que jugó ante su gente, pero la lesión de su amigo Kike Barja cambió los planes.
También para tributar una última ovación a Pablo Ibáñez lejos de Pamplona, quizá para celebrar un último gol suyo que coloque a Osasuna en Europa como aquel que supuso una final de Copa. Acabe como acabe, el proceso de renovación del muchacho vuelve a poner en discusión el trato que se dispensa a la cantera. Ibáñez es el profesional con el salario más bajo de la plantilla; el club y el representante del jugador han mantenido posturas muy distantes desde que iniciaron las negociaciones. A unos les parecía que pedían mucho y a los otros que la oferta, por baja, era una estrategia para librarse de un jugador que los técnicos creen que pueden sustituir por otro de la cantera como Osambela.
El día que El Sadar bajó la persiana por esta temporada, el pasado y el futuro se cruzaron una vez más. Se van el entrenador y varios futbolistas; marca Budimir y marca Raúl García de Haro; Oier y Roberto Torres vuelven a pisar el césped en el que Aimar Oroz acaba de derramar su esencia de futbolista grande; y el osasunismo celebra una temporada que puede continuar en verano en un torneo europeo. El fútbol no deja tiempo ni para la nostalgia.
280.000 euros de la UEFA. Osasuna ingresará 279.794 en concepto de cesión de jugadores a su selección para la disputa de partidos de la Liga de Naciones y de la Eurocopa. El club pamplonés es el 14º de Primera por cantidad recibida.
Vicente Moreno puede salir de Osasuna por la puerta grande si gana al Alavés en la última jornada y el equipo logra posición para competición europea. Si los rojillos suman los tres puntos en Mendizorroza, cerrarán el ejercicio con 54 puntos, superando los mejores números de la etapa de Jagoba Arrasate. En su año del debut con Osasuna en Primera, acabó con 52 puntos, registro que superó en la campaña 2022-23 con 53.500 partidos ganados por Osasuna en Primera
La victoria de ayer hace la número 500 en Primera división. El reparto es de 365 como local y 135 como visitante. El primer triunfo en la categoría lo alcanzaron los rojillos hace casi noventa años frente al Hércules (3-0). Hay quien suma 501 por contar como Liga el Osasuna-RacIng del triangular por la permanencia de 1986-87.
Los goles de Budimir han hecho sombra a Raúl García de Haro, que ha visto muy mermada en minutos su participación en los partidos. El delantero se dio ayer una satisfacción en una temporada con una corta producción de goles. Ante el Espanyol firmó el tercer en Liga, el segundo incorporándose al juego desde el banquillo. Raúl, había marcado los dos goles anteriores al Rayo Vallecano, el último hace cuatro meses.
Osasuna ha vuelto a hacerse fuerte esta temporada en El Sadar y en los tres últimos partidos ha blindado su portería y no ha recibido ningún gol. Un dato relevante, tanto como este cierre con cuatro victorias consecutivas como local o el hecho de que en Pamplona solo han ganado Betis (1-2), Athletic (1-2) y Getafe (1-2).
Hay inquietud en el osasunismo porque el rendimiento de algunos jugadores supone una amenaza para su continuidad en el club. Es el caso de Aimar Oroz, que ayer dejó momentos de gran clase y fue participante activo en el gol; también del infatigable Areso, con un derroche de energía en la segunda parte y retando a los jugadores de banda del Espanyol; y de Budimir, capaz de marcar gol incluso pasando por ahí, como ocurrió ayer.