El mercado de Osasuna: tres fichajes y una espina
Los rojillos incorporan a Víctor Muñoz, Becker y Rosier, pero se queda sin el central deseado
Osasuna ha puesto fin al mercado estival con un balance marcado por la estabilidad financiera y la renovación de la plantilla. El club rojillo ha invertido en talento joven, ha despedido a jugadores veteranos y ha logrado cerrar operaciones que garantizan un margen positivo en sus cuentas.
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En el apartado de fichajes, la incorporación más llamativa ha sido la de Víctor Muñoz, procedente del Real Madrid por unos cinco millones de euros. El extremo, considerado una de las grandes promesas ofensivas, llega para aportar velocidad y desborde al esquema de Alessio Lisci. Junto a él se han sumado Sheraldo Becker y Valentin Rosier, además del regreso de Iker Benito tras cesión. Desde el filial, únicamente Osambela ha dado el salto al primer equipo, reforzando el proyecto con sangre joven.
En cuanto a las salidas, la venta más destacada ha sido la de Jesús Areso al Athletic Club por 12 millones de euros, convirtiéndose en la operación más importante del verano para las arcas navarras. También abandonaron el equipo jugadores con peso en el vestuario como Unai García, Rubén Peña, Pablo Ibáñez y José Arnáiz, mientras que terminó la cesión de Bryan Zaragoza, que volvió al Bayern de Múnich.
Osasuna ficha a Sheraldo Becker
La espina del central
La gran incógnita fue la situación de Enzo Boyomo, uno de los futbolistas más cotizados del plantel. Aunque su cláusula asciende a 25 millones de euros y hubo interés en su salida, finalmente el central francés se mantiene en Pamplona, lo que refuerza la defensa rojilla de cara al nuevo curso. Sin embargo, el club se queda con la espina de no haber podido incorporar un central, tras un mercado marcado por el frustrado fichaje de Jeremiah St. Juste, uno de los grandes objetivos para reforzar la zaga.
El saldo económico también deja buenas noticias: unos ingresos cercanos a los 12 millones frente a un gasto aproximado de cinco, lo que supone un superávit de siete millones. Un movimiento que refleja la estrategia del club: crecer deportivamente sin comprometer la solidez financiera.
Con estos mimbres, Osasuna afronta la temporada 2025/26 con una plantilla rejuvenecida, equilibrada y con el objetivo de asentarse en la zona tranquila de la tabla, sin renunciar a soñar con repetir gestas recientes en Primera División.