Una historia parece querer repetirse en Osasuna. Esta temporada, los rojillos han encajado cuatro derrotas consecutivas lejos de El Sadar, exactamente el mismo mal augurio que se vivió en la campaña 2012-13, cuando el equipo navarro arrancó con una dolorosa serie idéntica de fracasos en sus primeras cuatro salidas.
En aquel año, Osasuna cayó contra Deportivo (2-0), luego ante Celta (2-0), Zaragoza (3-1) y Athletic Bilbao (1-0). Tuvieron que esperar dos jornadas más para lograr los tres primeros puntos, contra el Espanyol (0-3) en un partido que se recuerda lleno de tensión ya que el equipo que perdiese destituía a su entrenador para colocar a Javier Aguirre. Finalmente el perdedor fue Pochettino y el Espanyol colocó al mexicano en su lugar.
La siguiente salida para los de Alessio Lisci será en el Metropolitano ante un Atlético de Madrid que parece haber tomado velocidad de crucero. Al final de esa temporada 12-13 lograron esquivar el descenso y sellaron la permanencia con 39 puntos, quedando en el puesto 16.
Hoy el escenario es similar: el equipo de Alessio Lisci carga con cuatro traspiés seguidos fuera de casa en este inicio liguero. Esa estadística pesada ya pesa en el ambiente rojillo, que comienza a mirar hacia atrás para recordar cómo se pudo dar la vuelta aquella vez.
Ahora la pregunta que inquieta en Navarra es si será el próximo partido en El Sadar la tabla de salvación anímica como lo fue aquel 4-0 al Levante hace más de una década. Si Osasuna consigue ganar como local al Getafe, no sólo sumaría puntos importantes, sino que podría comenzar a recuperar confianza para romper la dinámica negativa a domicilio.
Porque la historia ya ha demostrado que no basta con resistir: hay que ganar desde casa para crecer. Y Osasuna, que logró salvarse en el 2012-13 a pesar de aquel comienzo tormentoso, sabe lo que hay que hacer para evitar que los fantasmas del pasado se conviertan en verdugos del presente.
Volviendo al presente, el 2-3 en Valladolid ha sido la única victoria en el año 2025. El doblete de Budimir y el 0-2 obra de Rubén García fueron los goles en aquella tarde de abril.
Hay que remontarse hasta el 27 de octubre de 2024 para la anterior sonrisa lejos de la capital navarra. El Reale Arena vio cómo la Real Sociedad caía ante Osasuna por (0-2). Estas dos fueron las dos únicas victorias de Vicente Moreno como visitante, unos pobres números que a pesar de todo permitieron al equipo soñar con Europa hasta el final. Por delante, mucho trabajo para un Lisci que debe dar con la tecla que le permita de manera definitiva exhibir su juego con más continuidad durante los encuentros.
Los datos
-El partido que cambió todo. Osasuna tuvo un arranque horrible a domicilio en aquella temporada con cuatro derrotas en las primeras salidas. Tuvieron que esperar dos jornadas más para lograr los tres primeros puntos, contra el Espanyol (0-3). En ese encuentro Jose Luis Mendilibar se jugaba su puesto como entrenador y el equipo hizo piña y consiguió sacar ese partido y remontar la temporada con Mendilibar como entrenador de Osasuna.
-Una victoria a domicilio en lo que llevamos de 2025. En nueve meses solo se ha vencido al Valladolid.