Pablo Ibáñez encuentra su sitio en el Alavés

A Pablo Ibáñez se le acabó el contrato con Osasuna en junio de este mismo año y, después de no alcanzar un acuerdo con el club para renovarlo, se oficializó su fichaje por el Alavés, el equipo en el que ha encontrado su sitio, pues, en poco más de un tercio de campeonato, acumula casi los mismos números en Liga que en cada una de sus tres temporadas completas como futbolista del primer equipo rojillo.

El centrocampista navarro ha caído de pie en Vitoria, donde se ha convertido en ídolo de la afición y en jugador imprescindible para su entrenador, un Eduardo Coudet que ha utilizado al futbolista de Mutilva en los 16 partidos de Liga que hasta la fecha ha disputado el Alavés, siendo titular en 11 de ellos, cifra considerable que tardó en alcanzar con Jagoba Arrasate y Vicente Moreno, los dos técnicos que le dirigieron como rojillo. En los dos cursos que estuvo a las órdenes del vizcaíno, Pablo Ibáñez fue titular en 12 partidos de Liga de la campaña 2022-23 y en otros 12 de la 2023-24, mientras que en la 2024-25, con el valenciano en el banquillo, jugó de inicio 13 compromisos ligueros, unos registros que tiene pinta de que va a pulverizar en su primera temporada como jugador del Alavés.

Con estos números, resulta comprensible que Pablo Ibáñez haya disfrutado en las 16 primeras jornadas de esta Liga casi de los mismos minutos que le concedió Jagoba Arrasate en cada una de las dos temporadas que ambos coincidieron en Osasuna, y también de los que le dio Vicente Moreno la campaña pasada. El navarro acumula 913 minutos con el Alavés, contando únicamente la competición liguera, cifra que se acerca a los 1.061 y los 1.140 que acumuló respectivamente en los ejercicios 2022-23 y 2023-24, y un poco más lejana, aunque tampoco tanto, de los 1.289 de la temporada anterior.

Un gol al Barcelona

El exrojillo, que retorna este sábado a El Sadar para enfrentarse con el que fuera su equipo durante las últimas tres campañas, ha marcado ya un gol en Liga con el Alavés –con el que su equipo se adelantó en el Spotify Camp Nou, donde estuvo a punto de darle algo más que un susto al líder Barcelona, que terminó remontando (2-1)–, una producción ofensiva idéntica a la que tuvo en Liga con Osasuna el curso pasado y hace dos, ya que hace tres no anotó.

A Pablo Ibáñez le despidió la hinchada rojilla con una ovación que provocó las lágrimas de un futbolista que terminó fichando por el Alavés sin coste de traspaso y al que muchos echan de menos en Pamplona. También fueron más o menos buenas las palabras del director deportivo de Osasuna, Braulio Vázquez, hacia el futbolista cuando se confirmó su salida del club. “Se va. Cada uno con sus circunstancias. Le trajimos de la Mutilvera, ha tenido un comportamiento ejemplar dentro del campo y ha participado para ayudar a llegar a donde estamos”, afirmó el gallego en la rueda de prensa de análisis de la pasada temporada. Y le asiste la razón, porque Pablo Ibáñez ha pasado ya a la historia como el autor del gol en San Mamés que clasificó a los rojillos para la segunda final de Copa de su más que centenaria existencia.

A Braulio le han señalado algunos como el principal culpable de la salida de Pablo Ibáñez, del que también llegó a decir, con cierto resquemor: “Acaba contrato. Nosotros ya hicimos tres ofertas de renovación y sus agentes (Félix Taínta y su equipo de trabajo) consideraron que no eran adecuadas o no las consideraron oportunas. Acaba contrato y es libre de escoger ir al equipo que él estime; y nosotros, también de planificar”.

En cualquier caso, Pablo Ibáñez, que se formó en Tajonar hasta que le echaron con 15 años para luego regresar con 22 al Promesas después de hacerse futbolista en el San Juan y la Mutilvera, ya no está en Osasuna. Nunca se sabe si en el futuro será posible una tercera etapa como rojillo, pero lo que ya se conoce es que este sábado regresa a El Sadar como rival. Con el Alavés, donde ha encontrado su sitio.