PAMPLONA. Los activistas, tres gallegos, tres madrileños y dos de Bilbao, pertenecen a la fundación Equanimal, que reivindica la abolición de la tauromaquia, y que ha sido apoyada hoy ante la puerta de los juzgados pamploneses por una concentración en la que una veintena de simpatizantes ha mostrado en silencio diversos carteles y pancartas en defensa de los animales.
Mientras, en el interior del edificio declaraban el representante en España de Equanimal, Eladio Ferreira, y el mando de la Policía Municipal que el 12 de julio de 2008 ordenó desalojar a los ocho sancionados, 6 mujeres y 2 hombres, quienes poco antes de iniciarse el encierro saltaron al recorrido en el tramo de la Cuesta de Santo Domingo con pancartas que reivindicaban la abolición de la tauromaquia.
En declaraciones a Efe, el abogado de los activistas ha señalado que el recurso contra la sanción de 601 euros que el Ayuntamiento de Pamplona impuso a cada uno de ellos se argumenta en el hecho de que "no existió alteración" del acto, ya que el encierro se celebró con normalidad, por lo que la defensa ha pedido la revocación de la multa.
Por su parte, el agente ha reconocido que el acto no resultó alterado, pero ha atribuido esta circunstancia a la actuación de la Policía Municipal, que impidió que los activistas se encadenasen, ya que si llegan a conseguir hacerlo, esto sí hubiera retrasado el inicio del encierro.
Por su parte, el representante de Equanimal en España, Eladio Ferreira, ha reconocido que la pretensión de los activistas era "bloquear" el encierro y que éste no se pudiera celebrar con puntualidad para alcanzar "repercusión", aunque esto ocurrió cinco minutos antes del inicio y la intervención de a Policía Municipal evitó el retraso.
En todo caso, Ferreira ha sostenido que los defensores de los animales tienen "derecho" a hacer este tipo de acciones, "que no tienen ninguna repercusión física para ninguna persona porque son absolutamente pacíficas. Y no dañamos a nadie".
Preguntado por las características de los encierros pamploneses, Ferreira ha considerado que "la esencia cultural de un pueblo es múltiple y las corridas de toros o los encierros pueden ser parte de esta cultura. Pero si es injusta, se puede eliminar de una sociedad y sustituir por fórmulas de entretenimiento que son mucho más justas e integradoras".
Por ello, ha asegurado que aunque la del 12 de julio de 2008 fue la primera acción que Equanimal llevaba a cabo en Pamplona, "no será la última".