pamplona. Decenas de personas se acercaron ayer al mediodía a la rotonda de Monjardín (en el barrio de Lezkairu) para presenciar la bendición de la estatua de Juan Pablo II por parte del arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez.

Asimismo, una delegación de autoridades políticas y académicas de la ciudad polaca de Torun acudió a la inauguración de la escultura, de 3 metros de altura y 975 kg, obra del escultor polaco Stanislaw Radawski, copia idéntica a una figura ubicada en la ciudad polaca.

Entre los miembros de la delegación invitada se encontraban el autor de la escultura, Stanislaw Radwanski; el obispo de Torun, Andrzej Suski; el rector de la Universidad de Nicolás Copérnico en Torun, Andrzej Radziminski; el vicealcalde de la ciudad polaca, Zbigniew Fiderewicz; y el cónsul honorífico de Lituania en Polonia Jerzy Bankowski.

La alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina (UPN), junto con miembros de su partido, también hizo acto de presencia y pronunció un pequeño discurso como homenaje al encuentro. Barcina destacó la personalidad y la labor de Juan Pablo II, fallecido en 2005, como "incansable defensor de los valores universales".

Por su parte, y con la ayuda de un traductor, el obispo de Torun, el autor de la estatua, así como el teniente de alcalde de la ciudad polaca, en representación de su alcalde, que no pudo acudir a la inauguración, dedicaron unas palabras de agradecimiento a todos los presentes y, sobre todo, a los colaboradores en la creación de la obra.

Destacaron asimismo los lazos de unión establecidos entre las dos ciudades que, como cabe recordar, planearon incluso presentar una candidatura conjunta a la Capitalidad Europea de la Cultura, título al que finalmente ninguna de las dos podrá aspirar.

Como música de fondo durante la celebración, la cita contó con la actuación del coro Portamus Gaudium y una orquesta del Conservatorio Pablo Sarasate.

la polémica Ni las protestas de la oposición (excepto del PPN), ni los grupos de Facebook en contra... Al final, la estatua de Juan Pablo II se instaló ayer en la rotonda de Monjardín (entre la calle Monte Monjardín y la avenida Juan Pablo II), frente al Club de Tenis.

Tras un breve paseo de la efigie la semana pasada por la Universidad de Navarra, por la plaza de la Cruz y frente a la iglesia San Lorenzo, la estatua fue colocada en su ubicación definitiva, acto que fue precedido por una misa en la capilla del Seminario de Pamplona.

Financiada por el Arzobispado (su coste alcanzó los 20.000 euros), que ya organizó una colecta entre los fieles para sufragar dichos gastos, su colocación fue aprobada unilateralmente por UPN el pasado mes de febrero.

El partido regionalista amparó esta decisión en su pretensión de mostrar una "señal de la amistad que une a ambas ciudades y con motivo de la candidatura conjunta a la Capitalidad Europea de la Cultura 2016".

Tanto IUN, como el PSN, NaBai y ANV habían mostrado su oposición a la instalación de la figura papal.

Mientras Izquierda Unida de Navarra instó a que "los espacios públicos han de ser siempre respetuosos con todas las personas y creencias que conviven en nuestra sociedad", NaBai afirmó que "no se debieran de promover este tipo de reconocimientos singulares que pueden suscitar controversia ciudadana si no es con un aval mayoritario del Pleno".

Por su parte, desde PSN apuntaron en ese momento que "deberíamos de aprender del pasado y dejar de colocar figuras políticas o religiosas en la ciudad, por las sensibilidades que se puedan herir ahora y en el futuro".

reacciones En cuanto a las reacciones de quienes se encontraban por la zona, hubo tanto opiniones a favor como en contra de la instalación de la efigie.

Nines, vecina de Lezkairu que se había acercado con unas amigas a presenciar la bendición, calificó el lugar elegido como "ideal". "Paso por aquí todos los días, me parece estupendo", opinó.

En cambio, un joven que paseaba por la zona del Monumento a los Caídos, David García, consideró que "si España es un país laico, no hay por qué poner estatuas de signo religioso".

Asimismo, Maite Macaya corroboró esa idea y añadió que "no creo que sea momento de gastar ese dinero en algo así". Por su parte, Andrés Azkona apuntó que ese tipo de imágenes religiosas "no deberían exponerse en zonas públicas".