Bicis para no sudar
Defienden la urgencia de vías ciclistas en arterias como Pío XII, avenida Bayona, Baja Navarra y cuestas de Beloso y LabritJesús Sukuntza y José Ramón Viñas presentan sus modelos de bicis urbanas y reclinables
pamplona - “La bicicleta forma parte del futuro y del desarrollo”, sentencia Jesús Sukuntza. La razón: es el medio más “económico, ecológico y saludable”. Y no hay más que ver cómo pinta sus calles la “Europa de las bicis”, cosidas con vías ciclistas como paradigmas de la sostenibilidad. El ejemplo lo tenemos en países como Holanda, Bélgica, Alemania o Dinamarca, que precisamente están “a la cabeza en el desarrollo social, económico y medioambiental”. Sukuntza y José Ramón Viñas han aportado su colección de bicicletas a la exposición que alberga el Museo de Educación Ambiental de San Pedro. Jesús tiene una muestra de bicis urbanas, algunas antiguas, mientras que José Ramón tiene tres bicicletas eléctricas, que ha electrificado él mismo. Dos son rechinadas, un tipo de bici en el que el ciclista va en posición tumbada con la espalda apoyada y las piernas extendidas hacia los pedales, que están situados en la parte delantera. Esta posición favorece la marcha en zonas llanas al ser más aerodinámica. Una de ellas cuenta con motor de gasolina.
Lo positivo, en una ciudad donde todavía quedan por trazar una malla urbana, en los barrios centrales, “básica, conexa y homologada” para la bici, la demanda ciudadana ha crecido, asegura Sukuntza. Influye en esta mayor tradición ciclista no sólo la crisis sino un cambio cultural. “Hasta ahora el coche ha eclipsado a la bici pero con el tiempo se ha visto su potencial de uso y de servicio de cara a la movilidad”, reitera. “Es un tema que debería estar en la agenda política de todos los ayuntamientos para impulsar políticas favorables a la bicicleta lo que implica el desarrollo de infraestructuras ciclistas y el promover una cultura favorable al medio más sostenible”, asume. Pamplona, subrayan, parte de una doble realidad. Por un lado, las nuevas urbanizaciones se han hecho “actuaciones importantes para los ciclistas”, sin embargo en los barrios más céntricos hace falta “retomar una red de vías ciclistas”. “Desde la asociación estamos preparando propuestas para presentar a todos los grupos políticos de cara a las próximas elecciones, con soluciones a problemas reales”, informa Sukuntza. En calles como Pío XII se trataría de transformar un carril de coche, anexo a la mediana, en carril bici bidireccional, solución que tendría un “potencial enorme” ya que “permitiría conectar barrios de alta densidad, como la zona de hospitales, Iturrama, Mendebaldea, además de ser un eje de acceso para conectar con Barañáin y Zizur Mayor”.
Esta misma alternativa se podría llevar adelante en otras calles principales como la Avenida Bayona, Sancho el Fuerte, Cuesta Beloso o Baja Navarra. Y tampoco se puede olvidar la necesidad de un carril bici en la Cuesta de Beloso y en Labrit. Otra demanda pasa por implantar políticas de “calmado de tráfico, con calles 20 y calles 30”, en velocidad.
Sukuntza pertenece a la Asociación de Medios de Transporte Saludable y, entre sus cometidos, está el de desmontar los mitos que existen sobre la bicicleta, principalmente los que le atribuyen ser un medio de transporte más lento e inseguro. Defiende que es un medio más rápido “aunque no lo parezca” y que, en trayectos urbanos de menos de cinco kilómetros, “con la bici se llega antes al punto de destino que con coche”. La combinación perfecta es la fórmula intermodal, el uso de la bici, autobús y tren. A su entender, existen muchos tópicos y prejuicios sobre el uso de la bici cuando “su potencial no obedece a una utopía y Holanda es un buen ejemplo”.
Sukuntza destaca especialmente las virtudes de la bici urbana en las que se “antepone la comodidad a la velocidad”. “Lo importante de una bici urbana es que esté bien equipada y con unos accesorios básicos como guardabarros, cubrecadenas, faros y timbres. Y no hace falta gastarse mucho dinero, una buena bici puede costar unos 250-280 euros”, reitera. Respecto al uso del casco opina que no debería ser obligatorio y que “el usuario debe tener la última palabra y en función de su destreza y dificultades del trazado, decidir”.
También para José Ramón Viñas, de 54 años y residente en Burlada, todo son ventajas a dos ruedas. “La bici te lleva de puerta a puerta, no estás pendiente del aparcamiento y sólo tienes que preocuparte de que no te la roben”, remarca. “No hay que olvidar que los países donde más frío hace como Bélgica, son los que más apuestan por la bicicleta”, reitera. Destaca que la ventaja de las bicis reclinadas es su comodidad en grandes distancias. El las descubrió hace diez años tras conocer a un peregrino que hacía el Camino de Santiago sobre una de ellas. “Si haces cien kilómetros con una bici normal te duele todo el cuerpo mientras que con ésta puedo hacer 300 kilómetros en un día, irme a Zumaia y Deba y volver”, subraya. “La espalda queda fijada de manera ergonómica, no sufre y además tiene mucha superficie por lo que la presión es mínima y la cabeza la llevas erguida”, indica. “Cuando no quiero peladear excesivamente ni sudar mucho, o voy a Irur-tzun, mi pueblo, utilizo la bici eléctrica”, defiende. Viñas es capaz de hacerse 10.000 kilómetros al año por la ciudad con una media de 18-20 kilómetros al día, principalmente los 17 kilómetros que le separan de Burlada al polígono de Landaben, donde trabaja como informático, tramo que realiza en apenas 17 minutos. Tiene taller propio y recibe encargos para montar motores especiales. Sin ir más lejos acaba de colocar un dispositivo a una mujer, cartera de profesión, que tiene que subir todos los días la Cuesta de Santo Domingo. “Por 700 euros puedes tener un motorico montado lo que te posibilita sufrir en las pendientes. Con uno de 250 Vatios y se pueden alcanzar velocidades de 20 kilómetros por hora porque, además, se pueden utilizar cambios y administrar la potencia”, subraya.