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El monte y la ciudad, más cerca de lo que parece

Luis Urzainki compagina su profesión con su pasión: el monte. En los últimos dos años ha subido 32 y ha redactado 94 rutas diferentes

El monte y la ciudad, más cerca de lo que pareceUNAI BEROIZ

pamplona - Luis Urzainki, de 36 años, ha estado dos conociendo los montes de la cuenca de Pamplona como la palma de su mano. En total ha ascendido nada más y nada menos que 32 montañas y ha realizado 94 recorridos, toda una aventura que recogió en su libro Iruñerriko mendiak. Montes de la cuenca de Pamplona. BTT/Running/Trecking.

Aunque este pamplonés no dedica todo su tiempo al monte, pues trabaja en el sindicato LAB, sí compagina su profesión con su pasión. “Desde siempre, desde niño me ha interesado la montaña. Llevo yendo muchos años, desde que tenía 12 más o menos”, declaró Urzainki. Tras muchas temporadas, se percató de que había un hueco vacío, un campo sin explorar que él decidió llenar y se lanzó a la aventura para compartir lo que más le gusta con los demás. Incluso fue más allá, ya que en el libro aparecen diferentes rutas para ir en bicicleta, corriendo o andando, que son las tres variedades que él practica. “Son un poco los deportes que más se realizan en el monte, los que están más en auge”, afirmó.

Para descubrir los 94 senderos se basó en la GR 220, una ruta que recorre la cuenca de Pamplona. Según comentó, muchos los conocía de antes, pero otros, sin embargo, le eran desconocidos, lo que le llevó a perderse en alguna que otra ocasión. “Fui y, muchas veces, me perdí por los caminos. Subía por un lado, bajaba por otro, me desorientaba y preguntaba a la gente de los pueblos”. Poco a poco Luis fue experimentando lo que después plasmó en el papel.

Lo que más le costó fue “conocer todos los caminos y decidir qué ruta poner, cuál es la más bonita o la más adecuada”. Al final, el resultado ha sido una guía muy completa “para tener un mapa de todos los caminos, porque no solo hay un recorrido, hay varios, y hay muchos que la gente no conoce”.

Personalmente, para Luis, lo más gratificante de todo este proceso de conocer los montes de la cuenca que nos rodea consistió en el dominio que tiene ahora de las montañas pamplonesas. “Conozco los montes de alrededor. Cualquier persona me dice algo y yo sé de cuál me está hablando, dónde está, cómo llegar...”, aseveró Urzainki.

Pero no todo son alegrías. A pesar de que no con mucha gravedad, el amante de las montañas también se ha llevado algún que otro susto en todos estos años de subidas y bajadas. Confesó que le ha picado alguna caparra en sus cientos de travesías y que se ha caído alguna que otra vez con la bicicleta o corriendo, pero “nada del otro mundo”. Y es que el monte, como todo, no está exento de peligros. Como el suelo no es regular, son comunes las caídas y, si se ha escogido la bicicleta, “puede ser peligroso para la gente que va andando, porque van rápido”. Además, el calor puede ir en contra a pesar de que sea un aliciente para decidir pasar el día haciendo trekking.

Luis Urzainki también es miembro, desde hace unos 10 años, del Cub Deportivo de Navarra, en la calle Jarauta, en el que también disfruta de su afición. “En el Club se organizan actividades relacionadas con el monte, como salidas de esquí, andar por la montaña o pruebas de orientación”.

Cuando está en plena subida o bajada, a Luis le invaden numerosas sensaciones. “El monte me ofrece, sobre todo, tranquilidad. Le das muchas vueltas a la cabeza, desconectas del trabajo. Te quedas muy a gusto a la noche, el estrés se va”, cuenta Urzainki. Luis contó que suele ir acompañado de su cuadrilla del monte, “la verdad es que solo no voy casi nunca”, pero afirmó que para hacer la guía sí tuvo que ir solo en algunas ocasiones. Su próximo reto será en agosto y pasará tres días en una arista integral del Aneto.

montaña y ciudad Un monte especial para Urzainki es la zona de Lakarri porque descubrirla supuso “una sorpresa”. “Es un sitio salvaje y a la vez esta cerca de Iruña”, aseguró sobre ella. Pamplona tiene, precisamente, la suerte de poder ir andando a muchos de los montes de la cuenca. Pasar del ruido y del estrés urbano a la tranquilidad que transmite la montaña es algo fácil y accesible para todos los pamploneses. “Hay que perder el miedo y dejar de pensar que para disfrutar del monte es necesario el coche. Hay zonas muy cercanas, se puede ir en bici a Erreniaga o subir la de Aranguren desde Sarriguren, por ejemplo”. Son recorridos que se pueden hacer desde la puerta de casa hasta el mismo monte, cuenta Luis. “Igual estás media hora andando por entre campos, pero al final llegas al monte”.

Según Urzainki, los montes pamploneses se caracterizan por estar cerca de la ciudad, por su altura, algunos superan los 1.000 metros y por su escasa dificultad, ya que no son de escalada, sino para andar y no tienen muchos peligros. Además, resaltó la extensa variedad de rutas diferentes que hay para cada uno de ellos. “Hay muchos caminos por los que ir, y todos rodean Iruña, lo mires por donde lo mires”.

Para quienes estén empezando, Luis aconseja la zona de Aranguren ya que es sencilla. Por la misma razón y “porque no son muy altos”, propone la misma para meter a los más pequeños el gusanillo de la pasión por la montaña.