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El futuro de la oratoria navarra se escribe en femenino

Un cuchillo, unas riendas de montar a caballo y sus voces. Eso es lo que necesitaron Lidia, Elsa, Natalia, Ana e Irene para ganar el Torneo de Debate de Bachillerato

El futuro de la oratoria navarra se escribe en femeninoJAVIER BERGASA

pamplona - Un cuchillo de cocina. Esa fue el arma secreta que Lidia Pires, Ana Napal, Elsa Martínez, Natalia Moreno e Irene Jaso utilizaron para ganar el VII Torneo de Debates de Bachillerato. “El equipo de Sagrado Corazón”, como ellas mismas se autodenominan, se valieron del cuchillo para demostrar que la inteligencia artificial no es peligrosa para el ser humano. Y lograron imponerse a 67 contrincantes de 15 centros escolares en el salón de plenos del Parlamento de Navarra ante la atenta mirada de la presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez, la vicerrectora de Proyección Universitaria de la UPNA, Eloísa Ramírez, y el secretario segundo del Parlamento, Óscar Arizcuren.

Esta hazaña comenzó hace algún tiempo como una forma de subir nota. “Al principio, nos dijeron que si participábamos, podíamos subir dos puntos en la nota de lengua, pero al final, eso pasó a ser lo de menos”, confiesa Natalia. Pronto, el hambre de nuevos conocimientos, el afán de superación y el trabajo en equipo sustituyeron a “los dos puntos en la nota final”. “La experiencia ha merecido mucho la pena. Hemos formado una pequeña familia y hemos aprendido muchísimo. Antes cada una era de una cuadrilla y solo nos conocíamos de vernos por los pasillos .Y ahora, a raíz del torneo, nos hemos convertido en amigas”, apuntan Lidia y Ana, en referencia a una “familia” en la que también incluyen a Natalia Royo, la profesora que las ha acompañado durante todo el proceso.

“Natalia fue quien más nos animó a participar, aunque a mí me lo propuso la otra profesora de Lengua de Bachiller, Arantxa Munárriz. Yo no estaba muy segura de participar, porque los exámenes estaban muy cerca, pero al final dije: de perdidos al río”, explica la “otra” Natalia de esta familia unida por la oratoria que ahora puede presumir de ser experta en inteligencia artificial. “Ese era el tema sobre el que teníamos que debatir; la inteligencia artificial y los posibles peligros para la raza humana. Pero el peligro no es la inteligencia artificial en sí, sino los usos que se le pueden dar”, apunta Elsa.

el debate “Lo primero que hicimos fue buscar documentación. Al principio solo buscábamos información, pero luego nos dividimos. Mientras unas preparaban argumentos a favor de la inteligencia artificial, las otras lo hacían en contra. Y luego, se los mandábamos a Natalia para que los corrigiese”, recuerda Irene, que aún tiene muy recientes los “madrugones” y las largas horas de trabajo que hicieron falta para vencer al equipo de San Cernin en la final.

Y es que, el torneo constó de varias etapas. En la primera, que tuvo lugar en el edificio El Sario, el jurado, formado por Miren Sarasibar, juez principal y responsable del área de debate de la UPNA, y los profesores y responsables de las actividades de debate en la Universidad Leyre Elizari, Rafael García, Miguel Rodríguez y Pedro Velasco, determinó cuales eran los que iban a pasar a la cuartos de final y, más adelante, a semifinal. Los elegidos fueron San Cernin, IES Barañáin, Miravalles-El Redín y Sagrado Corazón.

“A nosotras nos tocó en todos posicionarnos en contra de los peligros de la inteligencia artificial, aunque habíamos preparado argumentos para las dos”, comenta Elsa, que, como sus compañeras, no desperdició ni un segundo de su estancia en el Parlamento. No en vano, en los descansos entre intervención e intervención “aprovechábamos para cambiar alguna cosa o reforzar algún argumento”. Eso sin olvidar que “el equipo de Sagrado Corazón” tenía dos armas secretas. “Llevamos un cuchillo y unas riendas de montar a caballo. Dos recursos para atraer la atención del público e ilustrar nuestros argumentos”, explica Lidia. Así, con el cuchillo las cinco estudiantes de Bachillerato pretendían representar “los distintos usos que se les pueden dar a las cosas y que, al final, todo depende del ser humano”. “El cuchillo es un instrumento que todos tenemos en casa y, porque pueda ser usado para dañar, no dejamos de usarlo”, explica Lidia, que había pactado con sus compañeras usar las riendas de montar para apoyar sus argumentos a favor. “Las riendas simbolizan el control que ejercen las personas sobre la inteligencia artificial. El problema es que, aunque somos más inteligentes, puede llegar el momento en el que sea al revés y sea ella quien nos controle”, apunta Natalia.

Lo que está claro es que, con riendas o sin ellas, el equipo del Sagrado Corazón protagonizó una actuación tan brillante ganando los seis debates en los que participaron que incluso llegó a oídos del ahora exeurodiputado navarro Pablo Zalba. “Nos envió una carta felicitándonos. Surrealista ¡Un eurodiputado escribiéndonos!”, exclama Irene, aún incrédula.