pamplona - Comenzó como un reto personal y con el paso del tiempo se ha convertido en una apuesta en firme por la sostenibilidad en la que la tecnología y la naturaleza se entremezclan hasta convertirse en una sola. El resultado se llama BambooKoa y tras muchas horas de trabajo y algún que otro quebradero de cabeza, se ha materializado en forma de bicicletas de bambú. “Yo había trabajado antes con materiales como la fibra de carbono, la fibra de vidrio o materiales naturales. De hecho, llegué a hacerme unos esquíes de travesía de fibra natural con los que todavía practico este deporte”, explica Mikel Barea, autor e impulsor de este proyecto ecofriendly.
Además, este navarro e ingeniero de materiales por la Universidad Pública utiliza la bicicleta “para ir a todas partes”. “Paso mucho tiempo encima de ella y me da tiempo a darle vueltas a la cabeza”, reconoce Barea, que un día, “dándole vueltas a cómo podría utilizar elementos más sostenibles en la bici”, se acordó del bambú. “Es un material muy resistente y muy ligero que, además de sus cualidades estéticas, tiene una interesante relación entre su peso y su resistencia”, apunta Barea. Y es que el bambú, además de ser un material renovable y sostenible, es muy flexible. Tanto, que según explica este ingeniero de materiales, “resulta ser más flexible que el carbono”, un material muy en boga últimamente en la construcción de bicicletas. “Así se obtiene una absorción de las irregularidades del terreno mayor y por tanto una mayor suavidad y comodidad al conducir la bici”, señala Barea, que trabaja en este proyecto junto a su mujer Ana Romera, diseñadora gráfica y autora de la página web de la marca; www.bambookoa.com.
Y es que, a pesar de que no es un material muy conocido, en países de América y Asia su uso está muy extendido. “En muchos países se utiliza en la fabricación de andamios, puentes e incluso edificios, que con un poco de mantenimiento pueden durar toda la vida”, apunta este navarro, que comenzó fabricando una bicicleta para sí mismo. Al poco tiempo, y en vista del éxito que había tenido ese primer modelo, continuó con una segunda bicicleta para su mujer, y “como la gente se interesaba mucho y yo tenía la necesidad de seguir haciendo más bicis”, dio rienda suelta a su creatividad e ingenio para fabricar cuatro modelos más. “Para completar la gama decidimos incluir una bici sin pedales, para niños”, explica.
El resultado de este trabajo, cuyo prototipo permitió a Mikel ganar la tercera edición del certamen de emprendedores Fool’s dinner, son cuatro modelos de bicicletas de carácter urbano; Lurrakoa, Belarrakoa, Urakoa, Suakoa e Ikatzakoa. “En principio todas las bicicletas son para cualquier usuario, hombre o mujer y de cualquier edad. Si bien hay modelos como el de Suakoa o Urakoa donde se ha buscado la máxima comodidad a la hora de pasear en bici. Otros modelos como Belarrakoa o Lurrakoa son bicis en las que se obtiene una postura más de velocidad y están pensadas para disfrutar callejeando todos los rincones de la ciudad”, explica su creador, que tarda alrededor de tres semanas en llevar a cabo el proceso de fabricación de cada una.
“Las bicis están hechas a medida y son totalmente personalizables. Nos han pedido cambios en sillines y más componentes y ahora mismo estamos fabricando un modelo de bicicleta de carretera totalmente distinto a lo que tenemos en la página web”, señala Barea, que comienza la fabricación con un estudio de las medidas del cliente. Hecho esto, hay que seleccionar los palos, comprobar su idoneidad y unir las diferentes partes con fibra de carbono o fibras naturales de Jute para dejarlo reposar una semana antes de montar todas las piezas.