- Las fiestas de San Fermín habían constituido un apoteósico triunfo para el torero navarro Julián Marín. Muy comentada fue también la visita del Circo Corzana, cuya actuación estelar correspondía a "la despampanante Trudi Bora y sus tirolesas", según clamaba la prensa de la época. Para quien aún se quedase con ganas de "picante", todos los días había actuación en el Coliseo Olimpia, situado donde posteriormente estuvo el cine Carlos III, y donde las coristas llegaban incluso a enseñar las pantorrillas a nuestros embobados bisabuelos: todos los días se colgó el cartel de "no hay billetes". En aquellos tiempos la calle de Santo Domingo iba presidida en alto por el Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia, que había sido construido en el siglo XVI. Como puede verse, tras las reformas de 1932 era ya una desangelada y variopinta amalgama de edificaciones, precedida de un no menos anodino patio arbolado.

- Los cambios operados nos han obligado a cambiar el ángulo de la foto de 1945, pero en cualquier caso estamos seguros de que no pocos pamploneses se habrán visto sorprendidos por el aspecto que la zona presentaba ahora hace 75 años. El antiguo hospital, que había sido clausurado en 1932, fue demolido en 1952 para construir el Museo de Navarra, aunque su actual aspecto responde a una remodelación realizada posteriormente, en 1986. Muchos de nuestros ávidos lectores desconocerán también que la fachada de la derecha, que da acceso a la capilla del Museo, procede del expolio de la ermita de Nuestra Señora de la Soledad de Puente la Reina, de donde fue arrancada para trasladarla aquí. Una barbaridad. En cuanto a los Sanfermines de 2020, qué quieren que les diga. No pasarán a la historia ni por sus brillantes espectáculos ni por las proezas taurinas, sino por la pandemia del virus llamado covid-19. Maldito bicho...