Reconoce que está “nerviosísimo” con las fiestas. “No lo había estado nunca pero este año sí. La ciudadanía se lo merece, hemos sufrido mucho”, valora Alfredo Arruiz, alcalde de Huarte (EH Bildu). Inaugura hoy las fiestas y asume que no le gusta mirar atrás, después de haber conseguido recuperarse de una trombosis que le mantuvo fuera del Ayuntamiento durante nueve meses, de abril a diciembre de 2021. Totalmente recuperado, espera que este año “toda la gente que vive en Huarte, y quienes nos visiten, lo celebren con alegría desbordante. Quiero unas fiestas alegres, reivindicativas, igualitarias y sin agresiones sexistas. Que salga todo maravilloso”. Encantado de que el chupinazo corra a cargo de la juventud, y sobre todo de que fuera decidido por unanimidad, explica que este año él programa se ha abierto a otros espacios. Afronta el final de esta legislatura con optimismo y con el reto principal de dar a Huarte el espacio escénico que se merece, crear servicios que faciliten la vida de las personas mayores y fortalecer la estructura municipal. 

Después de casi un año de ausencia ¿cómo ha sido la vuelta? 

–Fue dura. Después de una enfermedad de ese tipo cuesta retomar la actividad municipal, al principio fue complicado pero con la ayuda de los trabajadores y trabajadoras municipales lo he ido solventando. Ahora estoy mejor y al cien por cien. 

Ha sido, además, un año muy raro por culpa de la pandemia. 

–Está siendo una legislatura muy atípica, nos hemos tenido que enfrentar a una situación para la que nadie estaba preparado. Y estoy orgulloso del trabajo que se ha hecho en equipo: sin fisuras, con todos los grupos políticos, la inmensa mayoría de las medidas que se han adoptado en pleno han salido adelante por unanimidad. Al llegar a la Alcaldía dije que íbamos a trabajar para llegar a acuerdos entre distintos y creo que lo hemos demostrado. También hemos trabajado mano a mano con el centro de salud, me da pena que los aplausos ya se hayan olvidado y hay que continuar para luchar por una sanidad pública y de calidad. Sin ellos y ellas habría sido muy difícil, y es de agradecer. 

¿Cómo son las relaciones en el Ayuntamiento?

–Las califico de notable. Tenemos diferencias, hay discrepancias, pero el clima de trabajo es muy positivo. Estamos gobernando en minoría, con seis votos de 13, y eso nos obliga a tener que trabajar cada punto que llevamos a pleno, y las comisiones. Hay algún asunto que se ha quedado en el tintero porque no ha habido quórum pero la relación es cordial. 

¿Y con el PSN? Su apoyo en determinados momentos puede ser determinante. 

–Sí, y es el juego de la política. Es un reto y en ello estamos. Cada mes que hay un pleno hay que masticar los asuntos muy bien, pero no mirando en PSN. Para nosotros tan válido es su voto como el del resto de grupos.

¿Qué proyectos se han quedado en el tintero?

–Hay proyectos paralizados, las inundaciones nos hicieron mucho daño con más de 600.000 euros de desperfectos en el polideportivo. Ahora, tal y como están los consumos, da miedo continuar con según qué inversiones porque aparte de que se ha disparado el precio no podemos despilfarrar, hay que estar muy pendiente de cómo evoluciona la economía municipal. De hecho, hemos parado prácticamente el presupuesto de este 2022 y vamos sacando a cuenta gotas según los resultados económicos. 

Queremos hacer un concurso de ideas sobre el futuro del edificio que ocupaba Pérez Goyena

Alfredo Arruiz - Alcalde de Huarte

Ese espacio escénico, ¿es una realidad cada vez más cercana? 

–Para nuestro equipo de gobierno es una cuestión de vital importancia, contamos con instalaciones y edificios de gran relevancia (como el Centro de Arte Contemporáneo o el Palacio de Hielo), pero que no están dirigidos especialmente a la población uhartearra. Sin embargo, no tenemos un espacio escénico que nos permita desarrollar una oferta cultural de calidad. Es un déficit que Huarte no se merece y nuestro reto es trabajar para conseguir ese servicio, uno acorde a las necesidades de vecinos y vecinas. 

¿Y para cuándo?

–Hemos logrado una subvención de 100.000 euros en los Presupuestos Generales de Navarra de este año, con la que poder financiar parte de la redacción del proyecto y hemos realizado un proceso de licitación con el que poder adjudicar dicho contrato. Sin embargo, durante esta licitación hemos tenido un problema informático externo importante y la adjudicación que hemos hecho ha sido recurrida ante el Tribunal de Contratos. Actualmente estamos a la espera de que el Tribunal se pronuncie, pero con independencia del sentido en el que lo haga, nuestro compromiso es seguir trabajando para que Uharte cuente con un espacio escénico acorde con el volumen y calidad del movimiento cultural existente en el pueblo. No sabemos si lo podremos conseguir en un año o en tres, pero es un hito de cara a la próxima legislatura, y eso lo tenemos claro. 

La idea es centralizar todos los servicios en Mokarte.

–Sí, creemos que es la mejor localización. Trasladaríamos al edificio del euskaltegi Zubiarte (que se llevará a Erripagaña) otras dotacionales municipales como pueden ser la casa de cultura, la escuela de música o la biblioteca. Queremos unificar la cultura en un mismo espacio, centralizar todos los servicios. La casa de cultura tiene sus carencias y le daríamos un soporte mejor. 

Además del euskaltegi, ¿hay otras dotaciones previstas para los terrenos de Erripagaña?

–No hay mucho más terreno, Huarte tiene sólo un 10%. Se terminará en breve con las parcelas que estaban libres, es una zona que no tiene dotacional. La mayoría son viviendas. 

¿Y qué futuro le espera?

–Creo que está claro que tiene que ir a un Ayuntamiento para que los vecinos y vecinas estén cómodos y tengan una coordinación en sus servicios. Mientras tanto, la labor de los cuatro ayuntamientos tiene que ir encaminada a hacer una coordinación efectiva de servicios de policía, limpieza y jardines, y facilitar la vida a los ciudadanos. Es un conglomerado muy complicado. 

Hubo reuniones también con el Gobierno foral, ¿hay avances?

–Desde EH Bildu entendemos que el Gobierno de Navarra tiene que ser el que tiene que liderar todo este proceso de unificación o de llevar a buen puerto todo lo que conlleva. Es evidente que hay un malestar general dentro de la población de Erripagaña por la falta de dotacionales y servicios y creo que la solución va por ahí. 

Aquí se ofertarán catorce pisos de propiedad municipal para el alquiler libre, 5 destinados a menores de 35 años. ¿Cómo es la situación de la vivienda?

–Huarte está colapsado. El desarrollo urbanístico que hubo en el año 2004-2007 cogió prácticamente todo el terreno urbanizable. La suerte de tener 45 viviendas municipales nos hace poder ofertar a los vecinos y vecinas unos precios por debajo de lo que está el mercado de alquiler: el mayor son 400 euros y el menor 360. Tenemos una larga lista de espera. Ahora estamos preocupados por el acceso de los jóvenes a la vivienda, por eso llegamos a un acuerdo político para que parte de esos pisos sean para el colectivo. Que la gente joven de Huarte se quede en su pueblo. 

Habrá una residencia para mayores anexa al complejo de Itaroa, y estudiaremos las necesidades del colectivo

Alfredo Arruiz - Alcalde de Huarte

Y para los mayores hay proyectada una residencia.

–En el pleno de julio dimos un paso importante para sacar adelante un espacio encaminado a la construcción y explotación de un alojamiento para personas mayores. Esta decisión, ahora mismo, coincide en el tiempo con la posible implantación de una residencia para este colectivo en los terrenos anexos al complejo de Itaroa. Por eso desde el Ayuntamiento queremos realizar por una parte un diagnóstico sobre las necesidades reales que tienen las personas mayores en Uharte y, por otra, nos parece muy importante trabajar junto a esas personas en un proceso participativo y de escucha. En próximas fechas vamos a poner en marcha este proceso participativo que recogerá estas necesidades y nos ayudará a valorar con datos la posible implantación de otro servicio, complementario a una residencia, como pueden ser unos pisos tutelados u otro tipo de lugar de encuentro y cuidados para las personas mayores. 

Durante este tiempo se ha conseguido avanzar en demandas como la pasarela peatonal junto a Itaroa o la reforma de la PA-30 a su paso por Huarte. ¿Está contento con los resultados? ¿Qué otras demandas hay a corto plazo?

–Con las obras se ha mejorado bastante. Nosotros continuamos exigiendo que haya una variante de Huarte. De cara a los vecinos y vecinas de la Urbanización Itaroa la pasarela ha sido una mejora sustancial de seguridad, ahora se ha hecho una actuación pero el Gobierno foral tiene prevista una intervención para ampliar las aceras e instalar un carril bici en la PA-30, desde Olloki hasta Olaz. 

Tras la disolución de Areacea se dio carpetazo a un problema y se municipalizaron servicios como el Spa Sport de Itaroa o el Palacio de Hielo. ¿Cómo está siendo esa gestión? 

–Han pasado al área de Deportes y estamos encantados. Hubo ciertos nubarrones, se nos tachó de irresponsables, se dijo que íbamos a hundir el Ayuntamiento, y los datos han corroborado que la ciudadanía ha acogido de buen agrado el servicio del spa y el gimnasio. Llevamos 8 años con las cuentas cerradas con superávit, no estaremos haciendo las cosas tan mal.

¿Y con el Palacio de Hielo? 

–Es cierto que es una preocupación añadida, lo que nos puede lastrar si no lo gestionamos bien. Es un edificio singular y ahí sí que estamos trabajando codo con codo con el Instituto Navarro de Deporte y Juventud, entablando conversaciones para ver qué posibilidad existen de llegar a un acuerdo de colaboración. Es algo que nos preocupa, es un dotacional único en Navarra y creemos que hay que potenciarlo. Habrá que ver qué tipo de colaboración podemos llevar a cabo para que al Ayuntamiento ese gasto no le repercuta tanto. 

También se está estudiando el futuro de Ipartenis tras el colapso de la cubierta. ¿Cuál es la situación? 

–En el último pleno se decidió terminar la concesión administrativa con la empresa para la explotación y gestión de la escuela de pádel y de tenis y vamos a sacar el servicio de nuevo a licitación lo antes posible. Y en el mismo formato, porque ha sido un éxito y hay una elevada matriculación. Acordamos también crear una mesa de trabajo para estudiar el uso de este espacio deportivo.

¿Cuál es el futuro del edificio que albergaba la escuela infantil Pérez Goyena, que se trasladó de manera temporal a Plazaldea? 

–Ese edificio ha sido la oveja negra de los edificios municipales desde que se construyó y ahora tenemos la posibilidad de darle otro uso. Entendemos que, de momento, el servicio de 0-3 tanto en euskera como en castellano está cubierto, con Plazaldea y el edificio de la calle Ugarrandía. Plazaldea se ha dignificado como un centro para 0-3 y los padres y madres están contentos con la labor que hicimos. El edificio antiguo requiere de una inversión bastante grande, hay que habilitar la instalación y queremos hacer un concurso de ideas para ver qué futuro puede tener. 

¿Se han recuperado ya de las riadas? 

–Teníamos un protocolo de actuación y la verdad es que funcionó. Pero se va a revisar, se van a hacer mejoras para que los daños a futuro no sean tan grandes. En las instalaciones de Ugarrandía los daños fueron cuantiosos, estuvieron cerradas hasta Semana Santa pero se reacondicionaron y ahora están a pleno rendimiento. Se está terminando de renovar la zona de karate, el tatami, que hubo que cambiar entero. Y las piscinas cubiertas se quedaron inutilizadas durante unos cuantos meses: agradecemos muchísimo al Ayuntamiento de Atarrabia que nos cediera gratuitamente la posibilidad de que nuestros usuarios acudieran a las suyas. Ahora estamos trabajando en la prevención, se va a hacer una zona de evacuación del agua y se va a cambiar el tipo de motor. Otro de los retos a futuro es buscar un emplazamiento nuevo para la brigada de servicios múltiples, que está en los bajos del Ayuntamiento. 

¿Y alguno más a corto plazo? 

–El mayor reto es fortalecer la estructura del Ayuntamiento de cara a lo que se nos avecina con la subida energética. Los equipos de Gobierno anteriores se encargaron de hacer crecer el pueblo pero no de ir acorde con el número de empleados y el fortalecimiento del Ayuntamiento. Hay carencias estructurales que tenemos que mejorar, y es un reto fundamental.