El principio del fin. Este jueves Etxabakoitz ha levantado por última vez el telón de las fiestas de barrio de Pamplona que arrancaron en la Txantrea allá por el mes de mayo.

El encargado de prender la mecha ha sido Javier Ibáñez Piñar, que en junio se proclamó doble campeón de España de eslalon en silla de ruedas en las pruebas cronometradas y por equipos. “He cumplido un sueño”, ha confesado Javier.

A partir de las 11.15 horas, el paseo norte de Etxabakoitz ha empezado a acoger a decenas de vecinos y vecinas que no se quisieron perder el inicio de las fiestas del barrio. En los instantes previos al chupinazo, la asociación Etxabakoitz Bizirik felicitó a Javier por sus recientes éxitos y defendió la importancia de visibilizar a “todas las personas con sus capacidades y habilidades” y el deporte adaptado.

“La integración, compañerismo y motivación que proporciona es esencial. El mejor ejemplo es Javier, que se implica en sus metas personales y supera los obstáculos del día a día. Es un ejemplo para sus amigos y amigas”, halagó Etxabakoitz Bizirik.

La asociación vecinal también ha dado las gracias a Javier por la “alegría y entusiasmo” que muestra cada día entre sus seres queridos: “Sigue superándote. Nos gusta verte sonreír cuando practicas eslalon, cuando disfrutas con los amigos, cuando juegas a fútbol o cuando ves a Osasuna”. 

Javier –padece artrogriposis en pierna derecha, pies y mandíbula– agradeció las bonitas palabras de sus vecinos y prendió la mecha al grito de “¡viva Etxabakoitz!”.

El segundo cohete, mientras los más pequeños ya iban a la caza del caramelo, lo tiró la cuadrilla de Javier, que le arropó en este día tan especial: Joseba Gil, Pablo Germán, Iván Bordés, Iker Casado, Aitor García, Unai Soto, Aitor Casado y Garazi Ayerdi. 

“Pidió que vinieran y todos han respondido. Estos pequeños detalles le dan mucha confianza y le suben la autoestima porque, aunque parezca mentira, cuesta formar parte de un grupo de amigos si estás en silla de ruedas. Cuando vemos que una persona es difirente, nos cuesta aceptarla. Por eso es tan importante que se le vea con amigos y disfrutando como uno más”, defendió la madre de Javier, Pili Piñar. 

Su padre, Jesús Ibáñez, también agradeció a los vecinos y vecinas de Etxabakoitz que hubieran reconocido el esfuerzo de su hijo con el lanzamiento del chupinazo porque “verle con una sonrisa de oreja a oreja no tiene precio. Estos chavales necesitan esto, que se les visibilice. Ha sido una gozada, increíble”.

Toro de fuego

Javier practica eslalon en silla de ruedas desde hace un año y la forma en la que se adentró en este deporte es de lo más curiosa posible: en el torico de fuego de las fiestas de Barañáin del año pasado.

“Estaba corriendo con mi crío en brazos y, de repente, nos pasó Javier con la silla de ruedas a toda pastilla esquivando a gente y fui detrás de él. Al rato, le conseguí parar y le pregunté si hacía algún deporte. Me dijo que le gustaba, pero que no había encontrado el suyo y que por favor fuera a hablar con sus padres. Fui con ellos y al principio se pensaban que iba porque Javier había atropellado a mi hijo. Me pedían disculpas y les tuve que decir que no, que venía a otra cosa. Les expliqué los deportes que practicábamos en el club y me dijeron encantados que les avisara para la próxima temporada”, relataba en junio Juan Francés, entrenador del Club Deportivo Aspace que descubrió a Javier entre astados. 

En octubre de 2022, este joven de 14 años comenzó a entrenar y a finales de junio se colgó tres medallas: oro en la prueba cronometrada, oro en equipos y plata en eliminación.

Lo hizo perfecto. Me quedé alucinado. Mostró una capacidad de concentración, competición y habilidad que no había visto nunca”, relataba ayer su padre.

Jesús también se quedó impactado con el “buen perder” de Javier, que se quedó a 10 centésimas de lograr el triple oro: “Enseguida fue a felicitar al ganador. Me emocioné mucho porque es muy importante saber perder”. 

Ruta motera

La jornada festiva continua este jueves con Euskal Jaia en el parque del río Elorz –deporte rural protagonizado por Berriozar Sokatira Taldea y dantzas a cargo de Muthiko Alaiak–, vermuteo, calderete popular, mús relámpago y mariachis.

El viernes los más pequeños podrán disfrutar con los hinchables en el frontón de la S.D.C Echavacoiz y con juegos infantiles en la pista de atletismo. Para el sábado, se ha organizado una ruta motera de 160 kilómetros, kalejira con gigantes de Sanduzelai, vermuteo con sevillanas, comida popular y doble sesión de bailables.