“Es un honor porque voy a representar a un gran proyecto y a un barrio luchador que seguirá guerreando para que las cosas cambien”, afirma Dennis Caucil. “Es un orgullo inmenso”, asegura Felipe Castell.

Los dos son voluntarios de Jaki Toki, la despensa comunitaria de la Txantrea, que este martes a las 20.00 horas prenderá la mecha de las fiestas. “Peleamos para cambiar una sociedad que no es justa. La riqueza está mal repartida, a los obreros nos toca trabajar y como mucho nos dan las migajas. Jaki Toki se enfrenta a los de arriba en vez de culpar a los de abajo”, reivindica Felipe. 

Jaki Toki nació en noviembre de 2020 para hacer frente a las necesidades alimentarias que sufrían cada vez más vecinos del barrio y que se agudizaron durante la pandemia.

“Detectamos que había gente que lo estaba pasando muy mal y había que hacer algo”, recuerda Felipe, en la despensa comunitaria desde los orígenes.

Dennis, que en octubre de 2022 aterrizó en Navarra desde su Colombia natal, era una de esas vecinas de la Txantrea que estaba atravesando una situación complicada. “Llegué débil, sola y sin nadie a mi alrededor que me apoyara. Pensaba que iba a ser más fácil”, relata. 

Dennis conoció Jaki Toki por medio de una trabajadora social, aunque acudió a la despensa comunitaria “sin ninguna esperanza” porque las anteriores experiencias le habían decepcionado: “Creía que me iban a dar la comida y se iban a olvidar de mí”, confiesa.

Sin embargo, se encontró con “una despensa diferente” porque, en cuanto piso Auzotegi, sintió “la calidez” de los integrantes del proyecto. “Me recibió Felipe. Son personas cariñosas que dedican su tiempo a ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Es una familia que te asesora en cualquier tema que necesites”, subraya.

En la actualidad, Dennis colabora con la despensa comunitaria y devuelve todo el apoyo recibido. “Quiero que las personas que lo están pasando mal tengan una mano amiga que les permita subir escalones y conseguir un futuro mejor. Jaki Toki es mi segundo hogar, mi universo de colores”, comenta.

Reparto cada 15 días

Cada dos semanas, Jaki Toki reparte alimentos a 150 residentes de la Txantrea en el centro cultural Auzotegi: aceite, huevos, leche, legumbres, pasta, arroz, tomate frito, conservas...

“Intentamos cubrir las necesidades más básicas y fundamentales. El día anterior los voluntarios –unos 30– preparamos lotes con más o menos comida según los miembros que tenga cada familia”, señala Felipe. 

La despensa comunitaria se nutre del Banco de Alimentos de Navarra –aporta productos una vez al mes– y, sobre todo, de la solidaridad de los vecinos y vecinas.

En concreto, Jaki Toki realiza cinco recogidas al año en supermercados –una semana antes los voluntarios pegan carteles en todos los portales– “y la Txantrea siempre nos llena la despensa. Estamos muy orgullosos del barrio porque ha respondido cada vez que se lo hemos pedido”, agradece Felipe.

La biblioteca, los diferentes centros escolares y la pizzería Malatesta PGK también colaboran con esta iniciativa popular. “Contamos con la solidaridad de todo el barrio. Sin ellos no existiríamos. Jaki Toki es la Txantrea y la Txantrea es Jaki Toki”, confiesa Felipe. 

El perfil que acude a la despensa comunitaria son familias humildes que viven en el barrio “desde siempre” y personas que emigraron de sus países de origen “y ya son un vecino más. La Txantrea somos todos. En Jaki Toki se trata a toda la gente con respeto porque nadie es más que nadie. Todos somos currelas que nos buscamos la vida para seguir adelante”, expresa Felipe.

A pesar del gran apoyo popular que recibe la iniciativa, desde Jaki Toki piden a la ciudadanía que siga colaborando porque cada vez más txantreanos acuden a la despensa comunitaria. “Seguramente tengamos que hacer más recogidas”, avisa Felipe.

Postres del mundo y paellada

Las fiestas están plagadas de actos, más de 170, pero Felipe y Dennis destacan dos. El primero, el festival mundial, que se celebrará el viernes a las 17:30 horas en Salesianas.

Habrá actividades infantiles –globos, pintacaras, taller de chapas o los juegos del pañuelo y de la silla–, chocolatada y degustación de tés y postres del mundo. “Cada voluntario traerá dulces típicos de su lugar de nacimiento”, indica Dennis.

Además, el sábado Jaki Toki organiza una paellada popular a la que ya se han apuntado 150 personas. “Nuestro objetivo es que todo el mundo participe en las fiestas. Que nadie se quede excluido por el color de la piel o la falta de dinero”, finaliza Felipe.