Fue La Sureña, la cervecería Harmony y recientemente el Basque Truck. El número 13 de la calle Tejería estrenó en San Fermín nueva propuesta gastronómica y festiva, bautizada como Favela para “despertar curiosidad”.
“Abrimos a la carrera para que la gente viese que estábamos ahí. La esencia del restaurante estaba, pero la oferta no tiene nada que ver con la de ahora”, explica Mikel Purroy, uno de los socios del Grupo Desobediente, fusión de tres sociedades navarras formadas por jóvenes emprendedores.
En San Fermín debutaron con un menú cerrado que mantendrán en ocasiones especiales –cenas de empresa o navidades– y este agosto han vuelto a abrir con una carta “un tanto peculiar” para cenas de jueves a domingo. Platos fríos –ensalada de perdiz escabechada, tartar de atún rojo o de carne madurada– y platos calientes como ostra meunière y huevas; pimientos de piquillo confitado en grasa de jamón; escalivada; pulpo con romescu y patata rota o mollejas de cordero. También, para el que solo quiera picar algo o para compartir, unas tostas que combinan en pequeños bocados distintas propuestas de la carta.
Con capacidad para 50 comensales y 150 personas en el espacio festivo, las del Favela son cenas “orientadas a la fiesta. Jugamos mucho con la música, el ambiente, la luz... A la hora del postre se va bajando la luz, se sube la música, se hace un cambio con la copa, y los que están en la zona de bar se pueden acercar a la zona de comedor, sale el dj, etc. No es un show, pero sí intentamos que anime mucho”, dice Purroy.
Abren hasta las 2.30 horas y este emprendedor defiende que el lugar es “el sitio perfecto para la persona a la que no le apetece salir del todo y se queda aquí, o para la que sí quiere salir y hacer previa y fiesta en el mismo lugar. Va a haber mucha fiesta, y tenemos que ver cómo es entendido esto”. De momento, abren a las 19.00 horas, pero la clientela les irá dando pistas de cómo funcionar y su intención es comenzar a las 17.00 horas para aprovechar también el tardeo.
