Ansoáin pone en marcha el primer comedor colectivo saludable en Navarra
51 vecinos del municipio podrán hacer uso del programa hasta el 20 de diciembre
El pasado lunes, 7 de octubre, arrancó en Ansoáin el primer comedor colectivo para personas mayores y/o con discapacidad. Un proyecto pionero en Navarra que se encuentra dentro del programa Ansoáin, comunidad que cuida. Hasta el próximo 20 de diciembre, 51 personas disfrutarán de lunes a viernes de una comida en el Centro Diurno de Ostoki. Por un lado, la iniciativa garantizará una alimentación saludable y sostenible y por otro, se potenciará la socialización de muchas personas que se encuentran solas.
Durante este tiempo se “evaluará la posibilidad de instaurar este servicio de manera continua”, ha asegurado Marta Diez, alcaldesa de Ansoáin. Para ello se observará la demanda y se valorarán los recursos que el Ayuntamiento puede poner a su disposición. El menú se elabora en las cocinas del Colegio Público Ezkaba y consiste en un primer y segundo plato, postre, pan y agua. “Queremos que sea un menú saludable y sostenible, los alimentos serán ecológicos, locales, de temporada y abastecidos por las personas productoras”, tal y como ha expuesto Jon Garai, concejal de Organización y Funcionamiento Municipal.
Durante este verano se ha habilitado toda la infraestructura necesaria y se ha hecho la selección de los participantes. Se han tenido en cuenta aspectos como “la edad, el grado de dependencia, dificultades en la organización alimentaria, déficit de hábitos alimentarios, convivencia, discapacidad y criterios económicos”, ha explicado Naiara Aizpurua, responsable del proyecto Ansoáin, comunidad que cuida. De las 114 solicitudes, se han seleccionado 51. 40 de ellas acudirán al comedor habilitado, mientras que las otras 11 recibirán la comida en sus casas.
Pedro Ancín Sanz, de 82 años, y Feli David Manrique, de 81 años, son dos de esas 51 personas que participan en este proyecto piloto. Pedro fue uno de los impulsores de la iniciativa que comenzó hace dos años. “Un día le comenté a una chica que estaba en el centro que por qué no ponían un comedor. Yo había oído que en otros centros ya habían puesto algún servicio parecido y a las personas que estamos solas nos ayudaría mucho”, ha asegurado el vecino de Ansoáin. “Fui insistiendo e insistiendo y al final organizaron una reunión y decidieron poner el programa en marcha”, ha añadido.
Ambos ven la iniciativa “estupenda”. “Yo no sé estar sola, nunca he estado sola, y esta iniciativa me está ayudando mucho”, ha afirmado Feli. La nueva rutina le hace que pase el día mucho más rápido. “Vengo, como mientras hablamos de tonterías, juego la partida al chinchón con las amigas y luego ya voy para casa”, ha comentado la vecina. Pedro no puede estar más de acuerdo con su amiga: “yo estoy solo en casa y me viene de maravilla. Así ni compro, ni guiso, ni friego...”.