Alquilar un local en el Casco Viejo de Pamplona se ha convertido en una tarea casi imposible. La combinación de una burbuja inmobiliaria que no para de aumentar y la creciente demanda de bajeras y espacios comerciales en la zona más icónica de la ciudad ha hecho que los precios se disparen, no solo dificultando la apertura de nuevos negocios, sino también poniendo en riesgo la continuidad de aquellos que ya están.
La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) en Navarra ha alertado sobre esta "situación crítica", señalando que los autónomos que buscan alquilar un local a pie de calle están pagando actualmente una media de 18 euros por metro cuadrado. Esto se traduce en una renta mensual de 2.700 euros para un local de 150 metros cuadrados, una cifra que resulta "insostenible" para la mayoría de los pequeños comerciantes.
La organización ha criticado en un comunicado el impacto negativo del aumento en los precios de los alquileres comerciales, que ha afectado a miles de pequeños negocios: "En los últimos tres años, los alquileres han subido más de un 20%, lo que ha puesto en jaque la viabilidad económica de estos comercios, representando hasta el 40% de sus gastos fijos".
Por eso, UPTA advierte que, si esta situación persiste, "miles de pequeñas actividades económicas seguirán desapareciendo". "En los últimos cinco años, se han perdido casi 50.000 pequeños comercios en España, en parte debido a la imposibilidad de los autónomos para asumir los crecientes gastos de alquiler", han insistido, en un contexto en el que "solo las grandes franquicias, que negocian precios con grandes propietarios, pueden afrontar estos costos".
Locales comerciales como infravivienda
Además, la transformación de locales comerciales en viviendas (o infraviviendas) está acelerando esta desaparición, con locales que, al convertirse en viviendas de 60 metros cuadrados, pueden alcanzar precios de venta exorbitantes. Esta tendencia no solo afecta a los comercios, sino que también contribuye a encarecer el mercado de vivienda en general, complicando aún más la situación para aquellos que buscan un lugar para vivir.
En el Casco Viejo iruindarra, donde los precios de compra y alquiler de vivienda están entre los más altos, los jóvenes enfrentan enormes dificultades para acceder a una vivienda propia o independizarse, lo que obliga a muchos jóvenes a permanecer en el hogar familiar, aplazando proyectos de vida y frenando su desarrollo personal y profesional.
En Navarra en geneal, los precios de compraventa de vivienda han experimentado un notable incremento, con un aumento general del 7,6% en el último año, cifra que casi duplica la del IPC. Esta subida se debe principalmente a un encarecimiento del 12,7% en la obra nueva y del 5% en el mercado de segunda mano, lo que aproxima los precios a los niveles de la burbuja inmobiliaria de 2007.
En el sector del alquiler, el precio medio de una habitación en un piso compartido ha alcanzado los 512 euros al mes, lo que representa un aumento del 9,8% respecto al año anterior y más del doble de los 221 euros que se pagaban hace nueve años. En Pamplona y su comarca, la oferta de habitaciones ha crecido un 35% en el último año, pero solo el 35% de los anuncios tiene un precio inferior a los 350 euros al mes, reflejando la creciente presión sobre el mercado de alquiler.