El albergue municipal de peregrinos Jesús y María se ha visto sometido en el último mes a unas labores de adecuación, para mejorar unas deficiencias detectadas en el pavimento del inmueble.

El Ayuntamiento de Pamplona ha invertido 30.027 euros en la renovación de parte del suelo. La Comisión de Presidencia del Consistorio ha visitado este martes el albergue, para comprobar in situ las mejoras realizadas.

Las labores de renovación se han centrado en el pavimento de la nave lateral derecha de esta antigua iglesia, ya desacralizada, así como del vestíbulo previo.

El inmueble, construido en el siglo XVI, acoge desde 2007 un albergue de peregrinos, tras unas obras de renovación que se llevaron a cabo un año antes. En ellas, se apostó por renovar el uso de la antigua iglesia mediante la introducción de unos cubículos de madera en las naves laterales, a modo de dormitorios, pero sin intervenir en la cimentación del edificio. Es por ello que se mantuvo el pavimento de tarima original y, sobre él, se aplicó un revestimiento vinílico.

Esta solución ya mostró algunas debilidades en 2011, cuando hubo que realizar obras en la nave lateral izquierda debido a pudrición de la tarima bajo el revestimiento. Entonces se sustituyó la tarima y el vinilo por baldosas de cerámica tanto en la nave lateral izquierda como en el vestíbulo previo a esa zona.

Este año la situación se ha repetido en la nave lateral derecha, donde se han detectado hundimientos en la tarima original debido a la pudrición de la madera.

El Ayuntamiento acordó así su renovación, adjudicando las obras por 30.027 euros. Se realizaron en octubre, aprovechando un descenso en la demanda de este albergue dedicado a peregrinos del Camino de Santiago y turistas. Los trabajos han consistido en sustituir la tarima y su enrastrelado por un nuevo soporte, a partir de una solera de hormigón autonivelante. Sobre ella, se han instalado las mismas baldosas cerámicas que el resto de la nave.

Más de cien camas para peregrinos

El albergue Jesús y María dispone de 112 camas destinadas a acoger peregrinos del Camino de Santiago y turistas. Las camas se distribuyen en las naves laterales de la antigua iglesia, en cubículos de madera a modo de dormitorios. Cada cubículo acoge entre dos y tres literas. Además, el centro dispone de diverso equipamiento, como lavadoras y secadoras, cocina y comedor y zona de estar. La nave central se mantiene libre, como un espacio multiusos, en el que acoger exposiciones o conciertos.

En septiembre de 2023, el Ayuntamiento de Pamplona volvió a adjudicar la gestión del albergue a la Fundación ASPACE Navarra para los siguientes cinco años, es decir, hasta septiembre de 2028. Esta concesión administrativa estaba reservada a centros espaciales de empleo sin ánimo de lucro o de iniciativa social, así como a empresas de inserción. El compromiso de la adjudicataria es mantener el albergue abierto durante todo el año, a excepción de Navidad y San Fermín.

El albergue, que tiene un coste de 11 euros para peregrinos, permanece abierto de lunes a domingo, desde las 12 horas del mediodía hasta las 23 horas de la noche. Las personas que quieran hospedarse deben reservar plaza por escrito (fax, correo electrónico) o directamente en el propio albergue. No obstante, entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre, no se admiten reservar y la limitación de pernocta es de una noche.

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En enero de 2023, el albergue se sumó a los recursos municipales provisionales para atender las necesidades extraordinarias de personas sin hogar durante la ola de frío, completando así la oferta que proporcionaba el Centro de Atención de Personas sin Hogar de Trinitarios.

En 2024, no fue necesaria su incorporación a la red de recursos municipales para personas sin hogar, ya que se contó con el albergue de González Tablas, en colaboración con el Gobierno de Navarra.